Pocos lo saben, pero existe un premio tipo “Nobel” de Ecología, cuyo nombre real es Premio Ambiental Goldman; fue creado en 1990 por Richard N. Goldman y su esposa Rhoda H. Goldman, dos filántropos y activistas estadounidenses. El Premio Ambiental Goldman, se encarga de premiar a las personas o asociaciones, que se preocupan por preservan una calidad de coexistencia entre la comunidad y el medio ambiente.

Entre los muchos ganadores, destaca el mexicano Jesús León Santos, de 49 años, un  campesino indígena mexicano que lleva realizando, en los últimos 30 años, un excepcional trabajo de reforestación en su región de Oaxaca, México.

Una necesidad de supervivencia lo llevó a obtener grande logros. “Donde vivía, en Oaxaca, era una región con 83% de erosión de suelos y 500,000 hectáreas “inutilizadas”, por los suelos no aptos para la agricultura”, señaló Jesús.

Debido a ello, se creó la asociación civil Centro de Desarrollo Integral Campesino de la comunidad Mixteca, de la cual forma parte Jesús León, donde su trabajo principal radica en coordinar un programa que se llama Agricultura Sostenible, vinculado a un proceso de restauración de áreas protegidas de su comunidad.  Su objetivo es practicar técnicas agrícolas nativas, para convertir tierras áridas en zonas de cultivo.

El proceso de trabajo se basa en:

Cavar zanjas o trincheras para la retención de agua, después plantar árboles o semillas de diferentes especies y culminar con un abono. Después, poner barreras, para así evitar el escape de tierra fértil.

Las acciones de la asociación tuvieron grandes resultados, favoreciendo a la comunidad mixteca, con la plantación de más de cuatro millones de árboles y con la obtención de alimentos de manera natural, sin uso de pesticidas. Estos logros para la comunidad mixteca los puso en el mapa del Premio Ambiental Goldman, el cual les otorgo un premio monetario, mismo que sirvió para continuar con sus proyectos de agricultura sostenible y orgánica.

Los Oaxaqueños, como siempre, haciendo un trabajo en silencio, casi inadvertido, en el anonimato. Pero lo que en verdad importa son los resultados. Como lo dice Jesús León Santos: “hay que preservar que prácticas nativas y el uso costumbres, nunca desaparezcan de nuestras comunidades”.

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