Desde su producción hasta su venta, uso y disposición, todas las cosas que hay en nuestras vidas afectan a las comunidades, sin embargo, la mayoría de todo esto, es desconocido por el público. El uso de Internet, desde un móvil o una computadora, provocan grandes problemas ambientales. Diariamente, cuando usamos el celular para checar nuestras redes sociales, revisar correos o hacer una búsqueda en google, provocamos un alto consumo de  energía eléctrica y agua, para el funcionamiento de tales acciones.

Para satisfacer las necesidades de los internautas, existen servidores que abastecen de Internet, a millones de usuarios en todo el mundo. Pero estos servidores necesitan de mucha energía eléctrica y temperaturas que sean muy frías, para su mejor funcionamiento. Como cualquier proceso industrial, los centros de datos que soportan nuestras búsquedas, funcionan con electricidad y producen CO2, concretamente, 850 millones de toneladas al año, lo cual representa una cantidad exorbitante, que hay que regular.

Los servidores mundiales están encendidos durante las 24 horas del día, para dar servicio a toda la comunidad internauta. Sin embargo, para que no exista ninguna falla, se necesita una gran cantidad de agua para mantenerlos refrigerado durante todo el día. Por cada gigabyte de datos consumidos, se gastan alrededor de 200 litros de agua. Esta cantidad despertó una alerta entre la comunidad científica, que ha optado por implementar normas que regulen el uso y el suministro de Internet, por parte de usuarios y compañías abastecedores de la web.

La compañía Ericsson realizo un estudio del uso de Internet, con datos del 2015. Los registros arrojaron que, en Europa, el consumo per cápita de datos, es de 1.9 GB por mes; mientras que en Estados Unidos, la cifra creció a 3.7 GB. Las compañías que abastecen los datos a nivel mundial, son las que apuestan por cambiar los hábitos de suministrar su servicio.

Empresas como Apple, Google, Microsoft y Facebook, comenzaron a cambiar de lugar sus centros de datos, para que estos realicen sus funciones, según las políticas ambientales. Por ejemplo, Facebook habilitó un centro de manejo de datos en una región cercana al Ártico, para evitar consumir energía con la que mantener fríos los servidores.

Un usuario de Internet, desconoce los datos antes mencionados, por ello invitamos a todas las personas a que regulen su consumo de datos diarios. Sabemos que es difícil hacerlo en esta era de Internet, pero podemos hacer algo al respecto para disminuirlo.

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