El hambre mundial es un problema grave que nadie en nuestros tiempos ha podido resolver concretamente, a pesar de que se están desarrollando proyectos que cumplan con este propósito, la realidad es que no es suficiente.
Existe una propuesta que promete ser nada contaminante para el medio ambiente, y arreglar gradualmente el problema de la hambruna en el mundo, volteemos por un segundo a nuestros mares y encontraremos la respuesta, las algas marinas podrían alimentar a una gran población y además ayudar al medio ambiente.
La demanda de las algas marinas o vegetales de mar, como se les conoce en algunos lugares, va en un crecimiento acelerado, al día de hoy, el mercado de las algas marinas vale nueve mil millones de dólares, y la mayor parte proviene de su uso como alimento, particularmente en países de Asia-Pacífico como Japón. Mientras que los occidentales han sido mucho más lentos en la adopción de algas marinas en su dieta, se espera que esto cambie, a medida que los consumidores se familiaricen con ellas y la publicidad crezca en torno a sus posibles beneficios nutricionales, de salud y ambientales.
Las algas marinas, además de ser fáciles de obtener, son una gran opción para la dieta de cualquier persona, por la cantidad de nutrientes que aporta.
Las algas marinas también suponen un efectivo método para combatir el exceso de dióxido de carbono, pues esta planta marina tiene esa capacidad.
Catalogadas como un súper alimento, las algas marinas son una buena opción para ser incluidas en nuestra dieta, abramos nuestras opciones y dejemos que la naturaleza nos sorprenda.
Pensemos Verde 