Muchas regiones alrededor del mundo han evolucionado con el paso del tiempo, en muchos casos, el aumento de la población, ha obligado a que se deba aprovechar todo lo que tenemos a nuestro alrededor, y por consecuencia, se sacrifiquen ciertos elementos del suelo.

Uno de ellos, y quizá el más preocupante, son los árboles, esos pulmones que necesita la tierra para capturar el dióxido de carbono y convertirlo en oxígeno; en ocasiones son talados por el hombre o afectados por un descuido del mismo, que termina por propagar la naturaleza. Regularmente, el simple hecho de dañar un árbol, representa un impacto negativo en el medio ambiente, sin embargo, las consecuencias puedes ser mayores, al grado de provocar desastres naturales.

Como ejemplo más destacado, está la tragedia que provocó el huracán Stan, a su paso por Guatemala, en el año 2005; las fuertes lluvias que provocó el fenómeno ciclónico, trajo como consecuencia una serie de deslaves en las zonas altas de las montañas, provocando la muerte de 519 personas, y reportando la desaparición de otras 1,400. La gran mayoría se encontraba viviendo en las faldas de esas montañas, dado que era su única alternativa, de tener un lugar donde vivir.

De acuerdo con los investigadores locales José Sinai y César George, la tala desenfrenada de árboles, así como la devastación que realizaban en bosques, fueron las principales causas de que se dieran deslaves catastróficos. Ocurrido este desastre, se han repetido varios fenómenos similares, sobre todo, en la región latinoamericana, y varias investigaciones han arrojado la misma hipótesis.

Pero, ¿por qué la deforestación es culpable de los desastres naturales?

Los árboles que se encuentran en las zonas montañosas de una ciudad, sirven como barrera contra el agua, no solo para retener grandes cantidades de líquido en lluvias intensas, también administra el líquido vital en tiempos de sequía, y pueda distribuirse correctamente, a través de los ríos que corren en la superficie.

Si los árboles de un bosque son eliminados, se pierde la retención de agua que desembocaría en los ríos; en temporada de lluvias fuertes, provocaría que el nivel de los cauces se eleve, su desembocadura sea descontrolada e inunde las partes bajas de la región. Además, otra cantidad considerable de agua, en la zona afectada, ayudaría al reblandecimiento de la tierra, provocando deslaves.

El fenómeno se convierte en tragedia, cuando hay comunidades enteras habitando en la parte baja, e incluso en una zona elevada de las montañas, regularmente, personas que dependen de la madera de los árboles para su sobrevivencia. La situación de varias familias por encontrar un lugar donde vivir, así como la poca atención de las autoridades por proteger la zona y evitar que habiten el territorio, hace que el ser humano sea el más afectado.

Ante esta situación, que va en aumento, la solución debe ser algo que nos involucre a todos los niveles de la sociedad, en primer lugar, las autoridades deben proteger los bosques y evitar la tala indiscriminada de árboles, así como evitar que las personas hagan daño a los mismos. También es importante que las personas no habiten en esas zonas, principalmente, como medida de prevención ante cualquier desastre natural, y tener una cultura por la reforestación de árboles, para devolver vida a las zonas boscosas, y que tenga mayor capacidad para retener agua y mantener el equilibrio en los ríos.

Ahora que lo sabes, es momento de proteger los árboles y hacer que este planeta no sea testigo de impactos negativos, que afecten al ecosistema y al medio ambiente.

@PensemosVerdeMX