¿Qué es la contaminación lumínica?

Vivimos en un planeta que depende completamente de la energía eléctrica, para poder funcionar las 24 horas del día. Pera ello, es necesario ayudarnos de la luz artificial, y así poder alumbrarnos en momentos de penumbra. Nuestras ciudades brillan de noche, los edificios están iluminados, tenemos alumbrados públicos, que deslumbran en nuestras calles. La luz artificial, somete a la oscuridad natural de nuestro planeta.

El derroche de energía es evidente, incluso desde el espacio, se puede ver cómo las grandes ciudades son enormes luces. Gran parte de ese resplandor amarillento que ven los astronautas, proviene de las grandes urbes, responsables de la mayoría de la contaminación lumínica del planeta. Su luz es esparcida por la atmósfera y crea halos luminosos. Estamos perdiendo la oscuridad nocturna a la velocidad de la luz, a causa de la denominada contaminación lumínica.

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Se conoce como contaminación lumínica, a toda la luz que no se necesita, o se utiliza de manera desmedida. Aquella que se asoma sobre las ciudades y no permite a los astrónomos llegar a los objetos más lejanos del universo. El mal diseño de muchas ciudades, está impactando directamente en la fauna nocturna de todo el mundo y, además, genera el desperdicio de mucha energía. La contaminación lumínica representa un verdadero problema, desequilibrando la cadena alimenticia de los pájaros o provocando trastornos de sueño, y problemas de concentración para las personas.

Además, resulta una amenaza para todos los seres vivos, ya que la luz artificial altera el crecimiento de las plantas y contribuye a la muerte de incontables animales marinos y terrestres, cada año. Aves migratorias chocan contra edificios iluminados. Las tortugas marinas, confunden el resplandor que llega de las calles, con el brillo natural del océano y alteran sus ciclos de fecundación.

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La iluminación nocturna también afecta a los humanos. Ya que los peatones y conductores, resultan ser deslumbrados por luminarias deficientes, y han sufrido trágicos accidentes. La contaminación lumínica, es una amenaza silenciosa para nuestra salud, ya que la exposición nocturna a la luz, especialmente a la luz blanca, altera nuestros reguladores internos, que controlan el ciclo del sueño y la regeneración de nuestras células. Esto aumenta el riesgo de contraer ciertos tipos de cáncer, como de mama o de próstata.

Si uno quiere ser responsable con el medio ambiente, debe regular el uso de energía eléctrica, para que solo sea usada, cuando en verdad se necesite. Esto traerá de vuelta, la belleza nocturna de nuestra naturaleza. También ayudará a mitigar los daños contra nuestro medio ambiente, y nuestras especies.

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