Por qué decir NO al suavizante de telas

Uno de los accesorios que más utilizamos a lo largo de nuestras vidas, es la ropa, las prendas de vestir son necesarias, ya sea para cubrirnos de algún grado de temperatura o lucir una combinación en un evento o reunión, y así como es importante el uso, también lo es su lavado.

El proceso de lavado de la ropa, cuenta con elementos que involucran de manera indirecta al medio ambiente, uno de esos elementos, útil para remover la suciedad de las prendas y darle un aroma agradable, es el suavizante de telas. Este producto es muy común en los hogares del mundo, además, se puede comprar en cualquier tienda a un precio accesible.

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Sin embargo, dentro de este agradable olor que genera el suavizante después de secar la ropa, se esconden algunas sustancias que afectan la salud de las personas y el medio ambiente, generando enfermedades, contaminando los recursos naturales y emitiendo gases de efecto invernadero.

El primer problema de los suavizantes es su fabricación, como toda fábrica, emite miles de toneladas de dióxido de carbono, a eso, hay que agregarle el uso de varias sustancias para poder mezclar la fórmula del suavizante, algunas de ellas son: alfa-terpineol, cloroformo, acetato de etilo y alcohol de bencilio. Con la producción industrializada de su fabricación, se multiplican los niveles de emisión de contaminantes.

Durante el proceso de lavado, el concentrado de los suavizantes puede perjudicar la salud de diferentes maneras, ya sea por olfato, cuando entra en contacto con la piel, y en el peor de los casos, cuando se ingiere. Muchas de las sustancias pueden desarrollar algún tipo de cáncer, también es detonante en el desarrollo de alergias, causa irritación en la piel y los ojos, genera dolores de cabeza, nauseas, vómito, problemas en el sistema respiratorio, alteraciones del sistema nervioso, e incluso la muerte, si se ingiere.

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El daño al medio ambiente también se hace presente al utilizar suavizantes, se contaminan miles de litros de agua, que a su vez no puede ser tratada para un nuevo uso, los recipientes vacíos mantienen una cantidad mínima del concentrado, suficiente para colaborar en el deterioro de la tierra, y deja expuesto el peligro para plantas y animales.

Si piensas que la solución para detener esto es adquirir un detergente, estás equivocado, pues se lleva a cabo el mismo proceso que un suavizante, la diferencia radica en que su contaminación es menor, aunque la población llega a consumir mayor cantidad, con lo que equilibra el nivel de contaminación.

Afortunadamente, existen alternativas ecológicas que hacen que no entres en contacto con sustancias químicas, muchas de ellas utilizan sustancias como el vinagre, bicarbonato de sodio, aceite esencial, que mezclados con una cantidad mínima de agua, crean un suavizante barato, más amable con el ecosistema, y que rinda por más tiempo, además, te librará de alergias y posibles enfermedades, así como limpiar tu lavadora de sustancias peligrosas.

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Ahora que lo sabes, es momento de decirle no al suavizante de telas y las sustancias que lo integran, es momento de decirle sí a una alternativa más amigable con el medio ambiente, a una mejor calidad de vida para ti, tu familia y todo lo que te rodea.

@PensemosVerdeMX 

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