Alfombras contra la contaminación

Los avances tecnológicos han tenido suma importancia en el progreso del ser humano, pero también han hecho lo posible, para mejorar la condición de vida de los seres vivos y de la naturaleza. Gracias a ello, podemos ser testigos de proyectos en desarrollo y prototipos, realizados por expertos, cuya finalidad es ayudar en la lucha en favor del medio ambiente.

Uno de esos inventos, tiene que ver con la contaminación que suele navegar por el aire que respiramos, y ellos pensaron que la mejor opción para poder cumplir con su objetivo era crear una «alfombra», una decoración que se puede apreciar en oficinas y departamentos, y que en la realidad recoge miles de bacterias, pero no es esa alfombra que todos imaginamos.

Un grupo de científicos e investigadores de la Universidad de Californiam en Berkeley, encabezados por la doctora Ting Xu, desarrollaron una fibra hecha de proteínas naturales y material sintético, capaz de absorber la contaminación química, mantenerla en esa fibra y degradarla. Esta fibra tiene el parecido a una alfombra, de allí que sea llamado como tal.

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De acuerdo con la doctora Xu, se tuvo que experimentar en varias ocasiones para que las proteínas pudieran mantener sus efectos naturales activos fuera de su entorno, con ayuda de proteínas sintéticas, y así crear los heteropolímeros aleatorios, a los cuales llamaron RHP.

Estos RHP están compuestos por cuatro tipos de subunidades, y cada una contiene propiedades químicas diseñadas para interactuar en la superficie con las proteínas a captar. La principal característica es que las proteínas de RHP sean flexibles ante cualquier circunstancia, puedan atrapar las proteínas químicas y se mantengan activas, sin alterar las propiedades de la alfombra, ya sea de forma sólida o en agua, para su absorción y retención.

En un segundo experimento, el equipo de Xu, con la ayuda del Departamento de Defensa de los Estados Unidos y la Universidad Northwestern, mezclaron las RHP con una proteína llamada organofosforo hidrolasa, mejor conocida como OPH, que degrada los organofosforados tóxicos que se encuentran en los insecticidas y agentes de guerra química.

Tras la prueba realizada a un insecticida, se comprobó que la alfombra, con la fusión entre las proteínas RHP y OPH, pudo absorber y degradar los tóxicos en una décima parte de la fibra total en cuestión de minutos. Con ello, se pretende que la creación de alfombras grandes pueda absorber los químicos tóxicos en lugares más amplios, principalmente, en zonas de guerra.

 

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Actualmente, la investigación y desarrollo de esta fibra continúa en desarrollo, y se espera que continúen las pruebas sobre la combinación de materiales, esta vez, sobre las enzimas, lo importante es que esta alfombra pueda ser una solución para que el planeta tenga un ambiente más limpio, y las personas no sufran más los efectos de la contaminación en las grandes ciudades.

Ahora que lo sabes, es momento de darle seguimiento a este tipo de investigaciones, que buscan ayudar al medio ambiente, por medio de las herramientas que nos da la ciencia y la química.

@PensemosVerdeMX 

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