Asma y contaminación

Para nadie es un secreto que el problema de la contaminación es importante en el mundo, las grandes ciudades lo padecen en gran parte del año, y en algunos casos, el problema ha crecido, al grado de imponer medidas drásticas. Sin embargo, la población y las empresas no cooperan o desconocen los efectos dañinos de la contaminación, lo que genera que se siga ensuciando el aire que respiramos.

En este tipo de problemas ambientales, el ser humano ha sido el más afectado, ya que está en contacto permanente con los contaminantes que se encuentran en el aire. Esto se ha hecho saber en diferentes estudios, donde las partículas sucias son parte de los problemas respiratorios, pero ahora, nuevas investigaciones señalan a esas partículas como las principales responsables de generar asma en las personas.

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Entre los factores que conllevan a una persona a padecer asma, se encuentran: una alergia mal cuidada, una exposición a pinturas o materiales químicos en el trabajo, los cambios de temperatura, los medicamentos, como una predisposición hereditaria o se puede generar como consecuencia de la contaminación excesiva.

En este último caso, las personas no fumadoras son vulnerables a padecer asma, mediante la contaminación atmosférica, irritando las vías respiratorias e incrementando las infecciones en su sistema respiratorio. Las personas con asma, expuestas a las partículas de aire contaminado, llegan a experimentar crisis, con tos frecuente, bloqueo de las vías respiratorias y un aumento considerable en las reacciones alérgicas, y de no tratarse correctamente, podrían desarrollar bronquitis aguda.

A nivel global, un estudio llevado a cabo por el Instituto de Salud Global de Barcelona, en colaboración con el Instituto de Estudios en Transporte, de la Universidad de Leeds, en el Reino Unido, puso a prueba el nivel de contaminación producido en la ciudad de Bradford. Tras los resultados, se develó que el 38% de los casos de asma, son producidos por la contaminación atmosférica, de los cuales, el 24% es producido por los contaminantes de los automóviles.

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Por su parte, la Ciudad de México es la segunda capital de Iberoamérica más peligrosa para respirar, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud. Sólo en el 2016, cerca de 900 mil personas fueron atendidas por infecciones respiratorias, asma y conjuntivitis, la contingencia ambiental tuvo una duración de dos meses y los expertos indicaron que la contaminación en el aire capitalino equivale a fumar 44 cigarrillos diariamente.

Para evitar ser víctima de la crisis de asma o ser una nueva persona en la lista de los que lo padecen, por culpa de la contaminación, existen recomendaciones generales que debes tomar en cuenta: regularmente, la máxima concentración de ozono se produce con mayor frecuencia en días con alta temperatura, y en horarios de tarde-noche, cuando no se produce lluvia ni vientos; cuando se encuentra cerca de avenidas muy transitadas, fábricas, chimeneas, y cuando se está en constante contacto con el humo del tabaco, aun cuando no seas un fumador activo. Para estos casos, se recomienda alejarse de estos factores o cubrir boca y nariz.

La mejor recomendación es acudir con doctores y especialistas en vías respiratorias, ya que, la reacción varía en cada persona, y con ayuda de una evaluación personalizada, se podrá acceder a un tratamiento para sobrellevar los efectos de la contaminación y los problemas de respiración.

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Ahora que lo sabes, es momento de dejar de contaminar y ayudar a que las personas en el mundo puedan respirar mejor y con una calidad del aire aceptable, por el bien de los seres humanos.

@PensemosVerdeMX

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