¿Cómo contamina tu mascota?

Hemos hablado en diferentes ocasiones sobre los efectos negativos que puede tener el ser humano en el medio ambiente, cuál es el impacto que tiene en la naturaleza, cada una de sus acciones y su posible solución, siendo un ser que predomina en el planeta.

Sin embargo, dentro de la lista no sólo podemos dejar a los seres humanos, también será necesario incluir a las mascotas, a esos fieles acompañantes que nos hacen la vida más alegre. No es motivo de hacer polémica sobre la posesión de un animal o la existencia del mismo, en casos más radicales, es mostrar que, al igual que nosotros, de no tener los cuidados necesarios, puede generar un problema irreversible.

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Esto se basa en diferentes estudios que han realizado científicos, especialistas y hasta arquitectos, todos ellos compartiendo un lado sustentable, con el fin de develar si la influencia de un ser humano en una especie, es clave para que desarrolle un hábito poco saludable para la tierra.

De acuerdo con el libro: «Hora de comerse al perro: La guía real para una vida sustentable», publicado por Robert y Brenda Vale, un canino de tamaño medio produce una huella equivalente a 0.84 hectáreas de dióxido de carbono, cifras mayores a usar un vehículo todo terreno, e inclusive, mayores que en países donde el desarrollo avanza lentamente, como en Etiopía, donde un ser humano de ese país, deja un impacto calculado en 0.67 hectáreas.

Este mismo escrito revela que para alimentar un perro, se necesitan 43 metros cuadrados de terreno para producir un kilo de pollo, y 13 metros cuadrados para producir un kilo de cereales.

Otro estudio realizado de manera local por el profesor Gregory Okin, de la Universidad de California, en Los Ángeles, reveló que los 163 millones de perros y gatos que habitan en los Estados Unidos, son responsables del 25% del consumo de carne al año, y la producción de su alimento representa la emisión de 64 millones de toneladas de dióxido de carbono, equivalente a los gases que emiten más de 13 millones de automóviles.

Para colocarlo en perspectiva con otros países, si los perros y gatos americanos vivieran en un estado independiente, serían el quinto país más contaminante del mundo, por debajo de Rusia, Brasil, Estados Unidos y China.

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Más estudios, revelados en países como Suiza y Australia, van más allá de una causa visible, y revelan que los gatos domésticos son causantes de afectar el ecosistema de otras especies. En el país europeo, los gatos pueden eliminar al año un millón de ratones, 350 mil pájaros y 50 mil sapos, mientras que en el país de Oceanía, 20 millones de felinos con dueño, provocan la muerte de 75 millones de animales endémicos pequeños, cada día.

A todo esto, falta sumar todos los gastos que el ser humano realiza para su cuidado, y que al final de la jornada, dejan una huella de carbono a su estadística, como la compra de juguetes, ropa, comida, platos para comida, bolsas de plástico para sus heces fecales, arena para gatos y accesorios, entre otras cosas.

Afortunadamente, existen varias soluciones para que puedas tener a tu mascota y la ayudes a sumarse a una vida sustentable:

  • Esterilizar a tu mascota, con el fin de no provocar un descontrol de su población.
  • Comprar alimentos en cantidades grandes, para reducir la huella de carbono, por la producción de comida y su transporte.
  • Adquirir productos sustentables y reciclables, de esta forma, tu mascota puede consumir productos orgánicos que no afectan al medio ambiente y es más saludable, así mismo, las latas de aluminio, comunes en la venta de alimento, son perfectas para juntarlas y enviarlas a un centro de reciclado.

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Ahora que lo sabes, es momento de que tú y tu mascota se unan, y formen parte de un movimiento para proteger el medio ambiente, sin necesidad de separarse uno del otro.

@PensemosVerdeMX 

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