Bolsas biodegradables en agua

Uno de los principales problemas que acarrea el uso de plástico, y siendo más específicos, en el caso de las bolsas, deriva del tiempo que tarda en degradarse, el cual, puede tardar meses, años, e incluso décadas, en ser eliminado por completo. La acumulación de bolsas de plástico colabora con la contaminación del agua, en donde miles de kilogramos de materiales llegan a los océanos, complicando la existencia de la vida marina.

Afortunadamente, podemos encontrar varias opciones, innovaciones de gente que busca tener un mundo mejor, y aplica sus conocimientos para reducir el impacto negativo de las bolsas de plástico. Una de estas ideas puede ser la solución efectiva y más ecológica para lograr este objetivo, se encuentra en Chile y se llama Solubag.

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Solubag comenzó en la ciudad de Concepción, donde Roberto Astete Boettcher y Alejandro Castro Riquelme, decidieron incursionar en el mercado de los detergentes, y originalmente, su idea fue desarrollar un detergente líquido en forma de cápsulas, cuyos materiales plásticos fueran solubles al agua, y pudieran dosificar el contenido del detergente.

Así fue como la idea tuvo un nuevo sentido, y decidieron crear una bolsa plástica que se degrade en el agua; con ayuda de dos nuevos inversionistas y una compañía similar, ubicada en China, comenzó su fabricación, que se ha vuelto una realidad.

El secreto de este descubrimiento se encuentra en el componente principal, el alcohol polivinílico (PVA), un material que se vuelve soluble al contacto con el agua, no cuenta con aditivos tóxicos y su degradación es rápida. El alcohol polivinílico nace del gas natural, y su concentración está formada por oxígeno e hidrógeno, al contacto con el agua, aumenta las moléculas de oxígeno y provoca la descomposición del material.

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Con la creación de estas bolsas se pueden evitar muchas circunstancias negativas, la más importante, es la generación de basura por plástico, al diluirse en un tiempo muy corto, en minutos. Entre otros beneficios, gracias a su reacción con el agua, una persona puede arrojar la bolsa en una olla de agua caliente o fría, inclusive; puede llevarse la bolsa a la boca, y reaccionará de forma rápida, por lo que evita ahogamientos, sin perder resistencia.

Hasta la fecha en la que fue publicado este artículo, las bolsas de Solubag se encuentran en proceso de comercialización y control de calidad, ya han sido probadas y comprobadas en diferentes oportunidades y, sin duda, es la mejor alternativa para que el mundo entero deje de contaminar, sin deshacerse de sus actividades rutinarias, las cuales, incluyen el traslado de materiales en bolsas.

Si quieres conocer más detalles sobre Solubag y su proceso por mantener un mundo más ecológico y limpio, puedes visitar su página web. Ahora que lo sabes, es momento de apoyar un proyecto orgullosamente chileno, que nos ayuda a mantener el planeta cuidado, sano y libre de contaminación, para vivir.

@PensemosVerdeMX

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