¿Se puede vivir sin plástico?

A medida que avanza el tiempo, el hombre ha tenido la curiosidad de experimentar con ciertas cosas, esto, para hacer la vida más sencilla, tener una satisfacción personal o hacer cumplir ciertas necesidades. En la mayoría de los casos, se cumple con ese nivel de satisfacción, sin embargo, no nos fijamos en las consecuencias que trae para los demás utilizarlos.

Uno de los materiales que llegaron a nuestras vidas para simplificar ciertos procesos, es el plástico, que inició su producción industrializada en la década de los 50. Sus principales ventajas, en comparación con otros materiales: es barato, es seguro, se puede utilizar, tanto para almacenar víveres como productos químicos y, hasta hace poco, no atentaba en contra del medio ambiente.

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Los tiempos cambian, y en el caso del plástico, ocurrió de igual forma, el mundo ha utilizado tanto este material, que es usado en casi todo lo que tenemos. ¿No lo crees? Simplemente, esto que estás leyendo en este mismo momento, es posible con la ayuda de un dispositivo electrónico que contiene plástico, sin contar la ropa, calzado, accesorios, muebles del hogar, artículos de oficina, adornos, productos del supermercado, objetos en calles, aparatos electrónicos, etcétera.

No existe un día en el que un objeto de plástico se cruce por tu vida, y eso es preocupante, pues si bien llega a resolver situaciones, la siguiente pregunta es: ¿A dónde va a terminar todo el plástico? Se hace énfasis en la cultura del reciclaje, el PET, que se utiliza como envases de líquidos, tiene una ventaja considerable, pero representa una pequeña parte del total, siendo las bolsas, los popotes y los aparatos tecnológicos, aquellos que más afectan al medio ambiente.

El reciclaje podría hacer afrenta a un descontrol del uso de plástico, sin embargo, esa no es la principal solución, el origen de la generación de una cantidad considerable de plástico, para ser precisos, 300 millones de toneladas al año –y creciendo– es en las empresas que venden todos sus productos, y el consumismo que tenemos las personas por esos productos. Si la demanda es mayor, implica aumentar su producción, y por consecuencia, generar más toneladas de plástico, de allí que varias toneladas no sean recicladas y tengan diferentes destinos, como basureros, alcantarillas, playas y océanos.

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Después de revisar esta publicación, y otras que hemos realizado en ocasiones anteriores, sobre productos como las bolsas, los popotes, o cómo es que una gran isla está formada de este material, volvemos al tema central: ¿Se puede vivir sin plástico? La respuesta es no, pero se puede comenzar a retirar paulatinamente de nuestras vidas, a través del reciclaje, la sustitución por materiales más amigables y el utilizar lo necesario para evitar el consumismo excesivo.

Estas son algunas recomendaciones:

  • Si vas a comprar algo que contenga plástico, primero pregúntate si es necesario, si ya cuentas con un objeto similar, y funciona, lo mejor es utilizarlo hasta que no sirva jamás.
  • Algunos objetos de plástico, como los envases de PET en agua o refresco, pueden ser reutilizables, usa el mismo envase para tomar líquidos, o puedes darle un nuevo uso.
  • Existen objetos de diferente material al plástico, que pueden sustituir varias funciones; por ejemplo, lleva bolsas de tela en los supermercados, cambia tu cepillo de dientes por uno que tenga madera o bambú, con cerdas naturales, usa biberones de vidrio, compra insumos a granel, etcétera.

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Ahora que lo sabes, es momento de no consumir más de lo que se necesita y dejar de utilizar el plástico, porque de eso depende dejar un mundo sano y lo más libre posible, en beneficio del medio ambiente.

@PensemosVerdeMX 

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