Desde la antigüedad, el hombre ha tenido tendencia a vivir en una sociedad de constantes cambios, que le han permitido formar sus comunidades o tribus, todo ello en torno a la capacidad de obtener una mayor cantidad de recursos, y mayor aprovechamiento de los mismos, lo cual no podría realizarse sin la ayuda del comercio, como modo de intercambio de bienes, donde el rol fundamental lo ocupan las industrias.
Con la modernización de las industrias, han llegado una serie de problemas relacionados a la utilización desmesurada de recursos, para la creación masiva de productos. Esto impacta de manera negativa al medio ambiente, ya que el número de desechos que se generan tienden a degradarse en muchos años. Los desechos se van acumulando, y por la irresponsabilidad humana, van a parar a nuestros océanos.
El océano Pacífico se ha convertido en uno de los mayores basureros de plástico del mundo, se estima que se ha formado una isla de plásticos, en su mayoría, más otros desperdicios, con una superficie equivalente a un tercio de Europa, con una cantidad de residuos superior a tres millones de toneladas, isla bautizada como el Octavo Continente. Posee una extensión que mide entre los 700 mil y los 15 millones de kilómetros cuadrados; esta cifra es tan dispersa, por el hecho de que los satélites no pueden determinar su longitud con precisión, ya que la mayoría de esta isla se encuentra debajo del agua, como si de un iceberg se tratara.
Esta enorme masa de residuos fue descubierta por el navegante británico Charles Moore en 1997. Situada entre California y Hawaii, y llegando hasta las cercanías de Japón, la masa se compone de todo tipo de residuos sobre todo plásticos, de varios tamaños y diversas fuentes, desde pequeños fragmentos hasta botellas, tapones, bolsas y neumáticos.
El vertido indiscriminado de residuos de plástico y sustancias químicas, ponen en serio peligro la cadena alimentaria. Las cifras son realmente dramáticas, ya que del total de la basura vertida anualmente en los océanos, el 80% son objetos de plástico. Cada metro cuadrado de la superficie de océanos y mares, contienen miles de desechos de este perjudicial material. La comunidad científica ha advertido de la magnitud de la contaminación de nuestro espacio marítimo, y de los perjudiciales efectos que este desastre medioambiental está causando en las especies que en él habitan.
La isla de la basura es una muestra de que el océano tampoco se salva de la irresponsabilidad del ser humano, esto es lo que pasa después de tirar, por años y años, tantos deshechos en el mar. Se preguntarán: ¿cuál será el impacto de esta contaminación de plástico sobre el planeta si no llegamos a frenarla? Científicos afirman que, si el ritmo no para, podemos despedirnos de gran cantidad de especies marinas y de algunas islas. Los océanos se están convirtiendo en un basurero, ¡Cuidémoslos!
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