La ciudad de París enfrenta una grave crisis de contaminación ambiental, que ya se considera como la más grave registrada en la última década. Ante ello, las autoridades han restringido la circulación de automóviles,  indicó el organismo de vigilancia de calidad del aire, en la capital francesa, Airparif.

Este episodio se debe a un aumento de la emisión de partículas, causado por el tránsito vehicular y la calefacción con leña, y por persistentes condiciones meteorológicas, escaso viento, temperaturas contrastadas, que favorecen que estos elementos se mantengan cerca del suelo, explicó la agencia. La superación del umbral de alerta por contaminación con partículas, es decir una concentración superior a 80 microgramos de partículas finas en el aire, se produce desde el mes de diciembre, según Airparif

Las partículas finas que estan esparcidas por todo el aire parisino, son especialmente nocivas para la salud. Pueden generar cánceres, asma, alergias o enfermedades respiratorias o cardiovasculares. El dióxido de nitrógeno, emitido sobre todo por motores diésel, provoca asma y afecciones pulmonares en los niños.

El cielo de París no se puede permitir un pico de contaminación que afecte a sus habitantes. Para limpiarlo las autoridades han impuesto restricciones de tráfico, en otras ciudades, y un complejo sistema de etiquetas en la capital, que impide circular a los vehículos catalogados como más contaminantes. Todos los vehículos que circulen por la capital francesa, estarán obligados a llevar esas etiquetas, que señalan el nivel de emisiones que generan. Son seis tipos de etiquetas, que serán determinantes para limitar el tráfico, cuando se produzcan picos de polución.

Por ahora, la medida ya se aplica en la ciudad de Grenoble y comenzará su implementación en la capital del país, muy pronto. Aunque de momento no será obligatorio en Grenoble, para los propietarios de los vehículos, portar la pegatina. Pero si servirá de mucho, para disminuir la cantidad de partículas contaminantes, dentro del aire que se respira en París.

A muchos conductores de servicios privados, no les han parecido este tipo de medidas, ya que afecta directamente a sus fuentes de trabajo. Aún así, el gobierno francés ha ordenado que los parisinos deben limitar el uso de sus vehículos. Entre otras medidas adoptadas en París y su región metropolitana, figuran la gratuidad de los transportes públicos, limitaciones de velocidad en los grandes ejes viales, y la prohibición para los camiones de transitar por la capital. Son medidas adoptadas por la alcaldía de París, para combatir el pico de contaminación, que afecta a la capital francesa.

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