Estamos seguros que, en varias ocasiones, has sido testigo de la cantidad de basura que desechamos todos los días y, en ocasiones, tenemos que pedir ayuda para llevar los residuos a contenedores o al camión recolector. Muchos son los factores que provocan dicho desperdicio, los más importantes: el consumo excesivo y la falta de una cultura de reciclaje, en gran parte del planeta.
Sin embargo, está comprobado que existen muchas alternativas para reducir esa cantidad de basura, y dentro de estas opciones, existe una moda que ha crecido con el paso del tiempo, buscando eliminar los dos factores descritos con anterioridad. A este movimiento se le conoce como Zero Waste (Cero residuos).
Esta nueva cultura ambiental fue impulsada originalmente por Bea Johnson en 2008, cuando decidió cambiar su modo de vida; cinco años más tarde publicó su libro Zero Waste Home, hoy en día, un best-seller traducido a más de 20 idiomas. En esta publicación, explica que se deben seguir cinco instrucciones básicas para reducir la huella de contaminación dentro de tu hogar, y al mismo tiempo, te ayuda a dejar de consumir en exceso y no depender completamente de materiales como el cartón o el plástico.
Este movimiento ha hecho que esta mujer sea reconocida con varios galardones, y realice conferencias por todo el mundo divulgando su estrategia. Además, ha inspirado a miles de personas y organizaciones con un mismo fin, que han hecho de Zero Waste, una alternativa eficiente de reducir nuestros desechos al mínimo.
Las 5 R’s
Esta es la guía básica que Bea Johnston propone en su filosofía de Zero Waste, para reducir nuestros residuos a casi nada, debe seguirse al pie de la letra, realizando cada paso en ese orden:
Refuse (rechazar): Es considerada la parte más difícil del proceso, ya que nos invita a deshacernos de esos hábitos de consumo y uso en nuestra vida cotidiana. Por ejemplo, rechazar productos envueltos en plástico, desechables o utilizar papel para escribir o publicar información, o simplemente comprar aquellas cosas que realmente no son útiles. Todos estos accesorios generan basura, y si no se aprende a decir ¡NO!, se acumulan hasta formar un gran montículo de desechos.
Reduce (reducir): Al rechazar todo lo que no necesitamos, o usar solamente lo necesario, contribuimos a la reducción del consumo y la reducción de los desechos que generamos. Un gran ejemplo de este punto, son las tiendas a granel, donde puedes reducir la basura hasta en un 80%, y así, inicias a generar un hábito de consumo responsable.
Reuse (reutilizar): No todo lo que facilita tu vida debe ser desechable, existen muchas opciones que no generan residuos y son igual, e incluso más útiles de complacer con tus necesidades, cambiar pañales desechables por tela, usar rasuradora eléctrica, cambiar servilletas por pañuelos. Si algún objeto o accesorio ya no sirve para ti, le puedes dar un nuevo uso, repararlo o regalarlo a alguien que sí lo necesite, por ejemplo, la ropa.
Recycle (reciclar): A estas alturas, ya tendrás pocos residuos en tu hogar, y muchos de ellos, contienen materiales que pueden ser llevados a un centro de reciclaje. Aunque este punto del Zero Waste no tiene mucha ciencia, es muy importante que se realice; cualquier objeto que tenga la oportunidad de reciclarse, debe ser llevado al lugar correspondiente, así como separar la basura, para facilitar el trabajo de reciclaje.
Rot (descomponer, compostar): Por último, muchos residuos, sobre todo aquellos que son orgánicos, tienen la facilidad de ser útiles para la tierra, o pueden ser biodegradables. Para estos desechos, la mejor opción es pulverizarlos y convertirlos en una composta que puede ser regada en tu jardín o en una zona verde, cerca de tu casa, evitando que generen más residuos en el basurero.
Si sigues esta cultura Zero Waste al pie de la letra, en un año serías capaz de generar basura que quepa en un pequeño recipiente de vidrio. Si quieres sumarte a esta gran iniciativa, recuerda rechazar todos los materiales contaminantes, reducir tu consumo, reutilizar productos en tu vida diaria, reciclar la basura y compostar los residuos orgánicos.
Ahora que lo sabes, es momento de generar una cultura de cero desperdicios y consumo responsable, por el bien del medio ambiente y de nuestro planeta.