Existe una industria que los estudiosos del medio ambiente voltean a ver muy poco, pero no por ser poco contaminante, sino porque hasta hace algunos años, se habían mantenido en secreto los estudios que se llevaban a cabo en el sector naval, por las posibles restricciones que se pudieran generar, a partir de los resultados: la industria naval.

La capacidad de contaminación que tiene un buque o crucero es muy grande y grave, aparte de todo, el sector marítimo es el mayor emisor mundial de azufre, ya que procede de los combustibles pesados que usan los barcos. La cantidad de contaminación supera por mucho los niveles permitidos por las normas de contaminación por emisión de diésel.

Un crucero grande logra contaminar lo mismo que siete millones de coches, este tipo de transportes cruzan a diario nuestros mares, dejando un impacto ambiental tremendo.

Los principales factores contaminantes de esta industria son:

• Residuos hospitalarios.

• Residuos sólidos.

• Vidrios.

•Cartón, papel, madera y plástico, procedentes de embalajes.

• Baterías de SO4H2.

•Acumuladores y bloques de baterías, de níquel cadmio.

• Aceites usados y caducos.

• Restos de grasas y basekote.

• Vertidos de aceites lubricantes.

• Vertidos de mezcla de agua, aceites e hidrocarburos, debidos a las labores de mantenimiento de máquinas y vehículos.

Aunque según la OMS pondrá nuevos límites para la industria naval, el impacto ya está hecho; otro estudio revela una inquietante propuesta, se dice que debido a los contaminantes derivados de la industria naval, más de 200 mil personas mueren al año, prematuramente. Un dato trágico, derivado de nuestra misma demanda por los productos procedentes de otras regiones.

Ante las circunstancias poco podemos hacer, es deber de las industrias ser más amigables con el medio ambiente y ajustarse a las normas ambientales de cada país.

@PensemosVerdeMX