Los sitios más importantes de un país se destacan por su belleza natural y otros atractivos interesantes, pueden ser monumentos, edificaciones, eventos, etcétera. Gracias a ello, reciben la visita de miles de personas, nacionales y extranjeros, que deben ser atendidos, de forma que no afecten el equilibrio del lugar.
En México, hay varios sitios que son de interés de la gente, sin embargo, no ha existido un programa de conservación que proteja los sitios y sean autosuficientes por muchos años más. Las consecuencias pueden ser desfavorables, sobre todo en el aspecto ambiental, si no se hace algo al respecto.
Por ello, el gobierno mexicano ha implementado, como parte de la Ley General de Turismo, publicado en el año 2006, un programa llamado Zonas de Desarrollo Turístico Sustentable que, de acuerdo con la propia ley, en su artículo tercero, estas zonas son fracciones del territorio nacional que constituyen un atractivo turístico, ya sea por sus características naturales o culturales.
Al considerar una localidad como Zona de Desarrollo Turístico Sustentable, se busca mantener las cualidades naturales del lugar, por ejemplo, monumentos, territorios, costas y playas, que puedan ser factor determinante para promover el turismo, mediante programas que se concentren en la sustentabilidad, el combate al cambio climático y el equilibrio de los recursos, tanto para los habitantes de la zona, como para las personas provenientes del extranjero.
A pesar de que esta designación, incluida en la Ley General de Turismo, tiene más de diez años de existencia, nunca se ha implementado en alguna región de México, aparentemente, debido a la falta de interés de las autoridades competentes, o la resolución de otros asuntos de mayor interés. Desgraciadamente, esto ha llevado a múltiples consecuencias, que están afectando la calidad de vida de los habitantes y las condiciones óptimas del lugar.
En 2018, tras varios años sin ningún avance en la materia, se emite el primer decreto presidencial para una Zona de Desarrollo Turístico Sustentable, siendo Tulum la primer localidad en recibir la designación. Fue tomado en cuenta, gracias a ser uno de los destinos más solicitados del estado de Quintana Roo, con agua cristalina, arena turquesa y paisajes agradables que incluyen cenotes, lagunas y construcciones arqueológicas.
Pero no todo basta con una simple designación, ahora el principal reto es poner en práctica los lineamientos correspondientes, y no será una tarea fácil, porque hay muchas irregularidades que, en muchas ocasiones, no aparecen a la vista de todos, y se concentran en zonas más recónditas; la contaminación del aire y del agua, el mal manejo de los desechos, la sobrepoblación y la destrucción de áreas naturales, principalmente, los bosques y selvas.
La solución debe ser coordinada entre todos, autoridades, pobladores y dueños de las diversas atracciones turísticas, para que mantenga su estatus y pueda relucir ante el mundo, así mismo, se requiere de acciones de comunicación y cultura ecológica en todos los aspectos, así como estudios para revertir los daños que pudiera tener la localidad.
Ahora que lo sabes, es momento de conocer las Zonas de Desarrollo Turístico Sustentable, hacer el esfuerzo por conservarlas, por el bien del planeta y de la gente que lo rodea.
Pensemos Verde 