La acidificación del océano es el nombre dado al descenso del pH de los océanos de la Tierra, causado por la absorción de dióxido de carbono desde la atmósfera. Las poblaciones de animales marinos (mamíferos, aves, reptiles y peces) se han reducido a la mitad, desde los años 1970, como resultado de la pesca excesiva, la acidificación y el cambio climático, advirtió la World Wildlife Fund (WWF).

El mar absorbe el 30% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono, y el 80% del calor generado por el incremento de los gases de efecto invernadero. Sin embargo, los océanos no sólo se calientan y aumentan de nivel, sino que también se acidifican. Si el agua marina se vuelve demasiado ácida, peligrarán organismos como corales, moluscos y crustáceos, que necesitan carbonato cálcico, para formar sus conchas y esqueletos.

De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Columbia Británica, en Canadá, la vida marina peligra severamente. El estudio reveló resultados que se publicaron en la revista Nature Climate Change, donde muestran que el cambio desmedido del pH en las aguas marinas, ha puesto en gran riesgo a los hábitats de cientos de especies marinas. Si tomamos en cuenta que, mil millones de personas dependen del pescado, como fuente principal de proteína, esto afecta, tanto a la vida marina como a nosotros.

 “No es demasiado sorprendente que la diversidad de especies, en los hábitats basados en carbonato de calcio, como los arrecifes de coral y las camas de mejillones, se proyecte que disminuiría con el aumento de la acidificación del océano.”, apuntó en un comunicado, Jeniffer Sunday, líder del proyecto.

Muchas de las especies serán más vulnerables a este tipo de cambios, que otras, ya que dependen, de cierta manera, del carbonato de calcio para conformar sus conchas y esqueletos, el cual se ve afectado con la acidificación del agua.

 “Las respuestas más complejas son las de los lechos de hierbas marinas, que son vitales para muchas especies de peces. Estos mostraron potencial de elevar el número de especies que pueden soportar, pero la evidencia del mundo real, muestra que no están alcanzado este potencial.”, señaló la investigadora.

Si no frenamos la acidificación de los océanos, se pueden causar daños irremediables a nuestro ecosistema. ¡Reflexionemos!

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