Uno de los problemas que han afrontado miles de ciudades alrededor del mundo, es la recolección de basura. Tomando en cuenta que son millones de personas conviviendo en un sitio determinado, está claro que se generan miles de toneladas de desperdicios, los cuales requieren un complejo proceso de tratamiento, lo que afecta en gran medida al cuidado del medio ambiente.
Por si fuera poco, en países como México, no existe una cultura del reciclaje, por lo que, todo lo que sea desechable se tira y se revuelve, haciendo más compleja la tarea de separar la basura, y peor aún, provocando que los pepenadores, personas que tienen la difícil misión de hurgar en los desechos, se vean en latente riesgo de sufrir enfermedades.
La Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México tomó cartas en el asunto, y el 8 de julio de 2017, entró en vigor la nueva Norma Ambiental NADF-024, también conocida como Nueva Norma Ambiental de Separación de Residuos, la cual consiste en dedicar ciertos días de la semana a la recolección de materiales específicos. En comparación con el reciclado normal, entre orgánicos e inorgánicos, esta norma contempla separar la basura en cuatro componentes: orgánicos, inorgánicos no reciclables, inorgánicos reciclables y manejo especial o voluminosos.
Desde la fecha en que fue promulgada la Norma 024, hasta la fecha de esta publicación, ha pasado un año de su entrada en vigor, lapso de tiempo suficiente para analizar los primeros resultados, si la gente ha participado correctamente en la separación de basura, y lo más importante, si ha existido un beneficio en favor del medio ambiente.
De acuerdo con datos de la Agencia de Gestión Urbana de la Ciudad de México (AGU), estos son los resultados de la Norma 024:
De julio de 2017 a julio de 2018, dos millones 856 mil 164 toneladas de residuos sólidos fueron llevados a los rellenos sanitarios autorizados, contra tres millones 96 mil 408 toneladas que fueron reunidas entre julio de 2016 y julio de 2017, lo que representa una reducción de 240 mil toneladas. (Todos los datos son comparados entre los mismos periodos de tiempo).
La cultura del reciclaje ha mostrado sus primeros indicios ya que, en el primer año de la Norma 024, 519 mil 415 toneladas de residuos orgánicos han sido llevados a la planta de composta de la ciudad, cifra que rebasó a las casi 400 mil toneladas que ingresaron en el periodo anterior (397 mil 77 toneladas), lo que representa un aumento de 120 mil 338 toneladas.
Por otra parte, la recolección de objetos voluminosos contemplada en la norma, y teniendo entre toda clase materiales como llantas, muebles y aparatos electrónicos, llegó a la cantidad de mil 475 toneladas en su recolección.
Aún falta mucho por hacer, pero la Norma Ambiental de Separación de Residuos ha dado buenos frutos en tan solo un año, a pesar del gran trabajo de miles de personas, se deben redoblar esfuerzos, se debe educar a la población a identificar qué tipo de residuo pertenece a cada categoría, y se debe aprender a convertir el reciclaje, en un hábito de la vida cotidiana, y que así, podamos aprovechar al máximo los recursos que aún tienen utilidad.
Ahora que lo sabes, es momento de separar la basura correctamente y evitar que miles de toneladas de desechos se vayan a los rellenos y no sean aprovechados, por el bien de la ciudad capital de la republica mexicana y las personas que lo habitan.
Pensemos Verde 