Hace más de seis millones de años que están aquí, mucho antes que nosotros, y sin ellos la vida sería imposible. El Día Mundial del Árbol fue instaurado por el Congreso Forestal Mundial, celebrado en Roma, en el año de 1969, y de ahí es cuando empezamos a darle mayor importancia para nuestras vidas.
Entonces, el 28 de junio, se dictamino que cada año se celebrase el Día Mundial del Árbol, día en que, hasta la fecha, se trata de concientizar a las personas sobre su cuidado, preservación y reforestación.
Los árboles captan la energía solar y la convierten en energía química, la cual es almacenada en sus hojas, frutos, raíces, etcétera, misma que permite alimentar a infinidad de seres vivos, pero no es solo eso, además producen oxigeno que purifica el aire de nuestro ambiente, que hoy en día está muy contaminado.
En la actualidad, en las ciudades urbanizadas, ya no se les da el valor que merecen, a causa de que todo ahora es cemento, pero ¿qué sucede con lo verde que existía antes ahí?, se han desplazado zonas verdes por la llegada de zonas industriales, hogares y comercios, entre otros; sin darnos cuenta que cada vez afectan más a nuestro ecosistema.
El día del árbol es la oportunidad de reflexionar y proponer objetivos personales y colectivos, para educar a las nuevas generaciones en el cuidado de nuestro medio ambiente, y trabajar en conjunto por mejorar la calidad de vida y frenar la destrucción de nuestro planeta.
Esperemos que, en el gran día del árbol, pensemos un poco en lo que queremos para nuestro mundo; si tú, al igual que yo, piensa en que quiere un mundo más verde. ¡Date el tiempo de sembrar un árbol!
¡Cuidemos los arboles de nuestra localidad, porque son vida y nos proporcionan vida!
¿Alguna vez has plantado un árbol? Cuéntanos tu experiencia, y si aún no lo has hecho, ¿qué estas esperando?
Pensemos Verde 