El planeta ha sido expuesto a miles de cambios a lo largo de sus millones de años de existencia, ha visto pasar miles de especies, algunas de ellos han dejado huella en el planeta, y otras pasaron de largo. Una de las especies que, ante todas las adversidades, ha logrado mantener una razonable camada de ejemplares, es el Spheniscidae, conocido comúnmente como pingüino.

Esta clase de ave marina, no voladora, que se refugia principalmente en el Hemisferio Sur, y sus 18 especies diferentes, se caracterizan por tener una pareja durante toda su vida, pasar el 75% de esa vida en el agua y convertir el agua dulce en que se pasean, en agua salada. También cuenta con características particulares en algunas especies, como alcanzar los tres metros de altura al saltar, y en todos los casos, son adorables, simpáticos y pacíficos, salvo en muy contadas excepciones.

Haciendo a un lado el video anterior, tanto en la realidad, como en algunos artículos de venta o programas de televisión, por mencionar ejemplos, los pingüinos son seres muy adorables, por desgracia, en los últimos años, parece que no ha existido una reciprocidad similar de nosotros y el planeta, hacia ellos.

Para muestra, de las 18 especies existentes, diez se encuentran en peligro de extinción, el principal motivo de la reducción de sus ejemplares es el calentamiento global, a consecuencia de ello, factores como el clima en su hábitat, el deshielo de los glaciares y la falta de alimento, han provocado que en vez de sentirse cómodos con el lugar donde habitan, se hayan vuelto hostiles.

Científicos e investigadores concentran su atención en las dos especies de pingüinos auténticos, Adelaida y Emperador, con los cuales hacen los parámetros necesarios para determinar el rumbo de la especie. Ellos mismos han determinado que, además de todos los peligros ya mencionados, se pueden poner en riesgo las crías, desde su concepción, debido a que los huevos que son puestos en el suelo, si llegan a contactarse con el agua, podrían morir de hipotermia, al no tener protección, misma que no ha sido desarrollada por completo.

La pregunta que nos podríamos hacer es: ¿cómo se piensa revertir la situación? Entre los avances más importantes, se encuentran refugios climáticos, mismos que simulan las condiciones de vida de su hábitat natural, cuando su clima no sea conveniente, por fortuna, algunos de ellos han visto una evolución favorable y un aumento en la cantidad de ejemplares.

Pero sin duda, la mejor solución es comenzar por todos nosotros y las autoridades, a revertir el tema del cambio climático que no sólo afecta a estos adorables animales, sino al resto del mundo animal y a nosotros, los seres humanos. Debemos hacer que el territorio en el que vivimos, deje de ser hostil para un animal simpático y adorable, como lo es el pingüino, y vuelvan a reinar en el clima gélido, como lo que son: bonitos y gorditos.

@PensemosVerdeMX