A lo largo de la historia, hemos dado cuenta de los diversos problemas a los que se enfrenta el planeta, a causa del calentamiento global. En el caso del agua, existen dos problemáticas que son completamente opuestas, pero que afectan o afectarán de igual manera, a la población mundial.

Por un lado, está el deshielo de los glaciares, los cuales provocarían un nivel súbito del mar y sus consecuentes inundaciones de las costas, y por otra parte, el consumo, la pérdida indiscriminada de agua potable y las alteraciones de la temperatura, podrían dañar severamente el nivel de vida de personas y animales.

Por desgracia, los efectos de la sequía ya están afectando a diversas comunidades del mundo, y una de ellas, está en Australia. Nueva Gales del Sur, es el estado de la producción agrícola y ganadera en el país oceánico, pero su producción está al borde de la desaparición.

Todo comenzó a finales de la década de los 90, donde se vivió la llamada ‘sequía del milenio’, durante 12 años, se vivieron condiciones atípicas, en las que no caía ni una gota de lluvia, afortunadamente, todo fue resuelto gracias a las reservas de agua de la región y a un plan de eficiencia que aseguró la producción campesina.

Pero, a pesar de haberse roto la racha de años sin abundante agua, en 2018 las cosas no están muy bien, incluso, se podría decir que la situación es grave. La sequía volvió a impactar la región, ahora con más fuerza, y ha provocado una crisis importantes, para muestra, te presentamos algunos datos al respecto:

• Nueva Gales del Sur recibe, en promedio, 127 milímetros de captación pluvial.
• Han reducido en un 60% la producción agrícola del país.
• Esto deja un total de producción de 1.9 millones de toneladas, de las cuales, 106 mil toneladas son de arroz y 250 mil son de algodón. Es la cifra más baja desde la sequía de 1982.
• Se han sacrificado 655 mil vacas, 869 mil ovejas y más de dos millones de corderos, ante la falta de alimento y los elevados costos para transportar material de importación.
• El gobierno australiano ha entregado ayuda a los agricultores afectados, con un monto total de mil 100 millones de dólares americanos.

Esta serie de medidas drásticas ha creado una reacción en cadena que, de seguir así, obligaría a seguir sacrificando animales y mudarse a otro lugar, en busca de agua y víveres para la supervivencia. Incluso, algunas localidades de Nueva Gales han adoptado medidas para alejar a los canguros, koalas y emúes, del agua; si es necesario, disparar contra ellos.

La solución aún está en desarrollo; mientras buscan una alternativa para sustituir las lluvias, las cuales, seguirán tardando en llegar. En otras ciudades, como Melbourne, se puede adoptar las medidas que han impuesto, que consisten en comunicar varios mensajes en radio y TV, inclusive, existe un reality show donde se premia a las familias que ahorran agua o denuncian su uso inadecuado, también aplicar límites de uso y sanciones, en caso de rebasar el límite.

Independientemente de las soluciones, es muy importante que todo el mundo hagamos un esfuerzo por combatir el calentamiento global, de lo contrario, esta situación de desolación por falta de agua se podría replicar en otros países, en otras ciudades. Esta no es la primer ciudad del mundo que sufre por la falta de agua, lo mejor es fomentar el ahorro y el uso racional de este líquido vital.

Ahora que lo sabes, es momento de cuidar el agua y permitir que muchos seres vivos puedan seguir existiendo en el planeta.

@PensemosVerdeMX