En el mundo existen diversos productos o mecanismos, que buscan simplificar la vida de los seres humanos, algo que podemos ver en el mundo de los alimentos, donde se protege todo producto de consumo, para que mantenga su utilidad en los próximos días.

Uno de los principales métodos para mantener un alimento fresco o proteger un objeto fragil, que pueda ser utilizado por días, son los empaques, mismos que se pueden ver en diferentes presentaciones, en bolsa o empacado, y con diferentes presentaciones, ya sean frutas, comida rápida, electrónica, etcétera.

Si bien los empaques han sido indispensables en la vida moderna, tienen una triste realidad, que está afectando a nuestro planeta, ya que, con el uso moderado de todos estos productos, poco a poco estamos llenando la superficie de la tierra con basura. Muchos de los empaques y las protecciones que se utilizan en los establecimientos, están hechos de materiales derivados del petróleo, por lo tanto, tendrán una parte del efecto dañino que se produce, desde su concepción hasta su degradación.

De acuerdo con un estudio realizado, la mitad del total de empaques que se utilizan en el mundo, el 51%, se dedica a la comida, como ejemplos, las bolsas para transportar, el plástico para proteger carne y mariscos en los supermercados, el cartón y las bolsas que se utilizan en los establecimientos de comida rápida. El resto de los empaques se dividen en las industrias de salud, cosméticos y bebidas, entre otros, con ello, se completa el círculo.

Enfocándonos únicamente al plástico, el porcentaje que representa su uso para empaque es del 35%, muy por encima de otras categorías, como el calzado, los juguetes y los artículos para el hogar, solo por mencionar algunos.

Otro de los peligros que encierra empacar los alimentos, es la contaminación que pueden producir, que las sustancias de los empaques se trasladen a la comida, como toxinas y químicos. Ya se ha comprobado que una exposición al calor, es más propenso a que contamine su contenido, dependiendo del material que se utilice, la cantidad puede ser menor o mayor.

Por último, la producción industrializada de empaques, trae como consecuencia miles de toneladas de basura, muchas de ellas no se reciclan y por tanto, terminan en el relleno sanitario, esperando a que el tiempo corra para que se degraden por completo, lo cual puede tardar, en algunos casos, varias décadas.

Con todos estos inconvenientes, solo existe una solución, difícil pero efectiva, para no seguir contaminando: Eliminar los empaques. Las medidas que se han implementado como punto de inicio, han sido eliminar la entrega de bolsas de plástico en establecimientos, o cobrar un importe, como sucede en el Reino Unido; también se invita a la población a no comprar varios envases y utilizar materiales más resistentes, como el vidrio.

Y en el aspecto tecnológico, han surgido investigaciones donde los recursos naturales puedes ser transformados, para fungir como una película de protección, sobre todo en el mercado alimenticio, destacan los alginatos, es decir, polisacáridos de las algas pardas, que no contaminan, son comestibles y son biodegradables. Aunque lleva un lento avance, no hay duda que es indispensable para no consumir químicos.

Ahora que lo sabes, es momento de poner nuestro granito de arena y dejar de utilizar los empaques; ya que con esto, podemos librar de un fuerte impacto negativo en nuestra salud y en el medio ambiente.

@PensemosVerdeMX