En Pensemos Verde, sabemos de la importancia de platicar contigo de los temas que se relacionan con el medio ambiente y todos los seres vivos que lo rodean. En esta ocasión, hablaremos de una situación que se genera en círculos pequeños en la sociedad, y es esta relación, que en los últimos años se ha incrementado: los animales y las redes sociales.

Las redes sociales son un recurso que se puede utilizar para diferentes fines, donde prácticamente todo el mundo está presente y donde todo tipo de temas tienen un lugar reservado. Esta situación tiene sus lados positivos y negativos, y en el caso de los animales, no es la excepción, existen sitios donde se presenta a los animales para crear conciencia de sus cuidados, pero también existe su contraparte, sitios donde el ser más afectado es el propio animal.

En los últimos años, ha ido en aumento el número de personas y grupos, incluso empresas, que sin razón alguna, o por el simple hecho de divertirse, han utilizado a los animales en redes sociales, no como un ser vivo, sino como un objeto. Se puede observar, a través de sus perfiles, diferentes imágenes y videos que circulan en la red, donde las especies, principalmente perros y gatos, son expuestos a toda clase de daños.

Algunos de ellos son “leves”, por clasificarlo de alguna manera, como los golpes de mano abierta, jalones en las correas, la falta de alimentación y el abandono, pero también existen niveles de crueldad más radicales, como quemarlos vivos, arrancar algunas partes de su cuerpo, colgarlos, para posteriormente ser exhibidos como trofeos, etcétera.

¿Y qué dicen las autoridades al respecto? En México, cada estado tiene en su propio código penal, sanciones contra el maltrato animal, la mayoría coincide en una sanción económica y sentencia de entre 6 meses y 2 años de prisión, aproximadamente, dependiendo del daño.

En el caso de las redes sociales, el proceso se vuelve tedioso, aunque la imagen o el video puede ser una evidencia contundente, se debe verificar su autenticidad, además, el proceso de investigación suele durar bastante tiempo, y muchas veces se canalizan las denuncias a asociaciones protectoras, mismas que no cuentan con los suficientes recursos para atenderlos, por lo que la mayoría de sus acciones quedan impunes.

Ante este panorama, la mejor solución es seguir insistiendo a las autoridades en investigar los hechos, exigir que se hagan cumplir las leyes aplicables en cada localidad y consignar a los involucrados, al mismo tiempo, es importante que entre todos llevemos a cabo acciones para educar y concientizar sobre las responsabilidades que debemos tener al cuidar a un animal.

Esperemos que estos mensajes sean atendidos lo más pronto posible, ya que todos somos responsables de lo que hacemos o dejamos de hacer con nuestro planeta, y para que las cosas se lleven a cabo, hay que empezar desde nosotros, en nuestro círculo, y con los seres que están a nuestro alrededor, entre ellos, a nuestras mascotas.

@PensemosVerdeMX