Muchas veces nos hemos preguntado si la tierra tiene la capacidad de proveer sus beneficios por una eternidad, la respuesta es clara: No. Y hay varias razones que ayudarían a conocer la respuesta con profundidad, sin embargo, sus argumentos están llegando demasiado lejos, al grado de dar un razonamiento contundente.

Se estima que en este punto de nuestra época, el 60% del suelo de este planeta, está muerto, es decir, ya no es fértil para poder cultivar o hacer crecer alimentos. La contaminación juega un papel fundamental, y con el paso del tiempo, desde la Segunda Guerra Mundial, el suelo ha experimentado con diversos métodos para multiplicar la cosecha, pero a la vez, ha ido disminuyendo su fertilidad.

En Francia, Hélène Médigue decidió ir más allá de estas cifras, y ver cómo es que los campesinos franceses luchan por sus cultivos. De eso se trata su documental llamado On a 20 ans pour changer (Tenemos 20 años para cambiar), estrenado el 11 de abril de 2018.

En esta cinta, podemos conocer la situación de los campos en Francia, y a la vez, nos muestra diversos proyectos que buscan terminar con el uso del abono químico y los pesticidas, así como asegurar el bienestar de la población, sobre todo, en el tema alimenticio. Una de las actividades agropecuarias que destaca por encima de todo es la agroecología.

La agroecología se puede definir como una práctica agrícola basada en la ecología y el medio ambiente, con el fin de aplicar los conceptos básicos, aprovechar al máximo los recursos naturales, como el agua, el suelo y el ambiente, hasta llegar a un punto donde se deja de utilizar algún químico o fertilizante.

De esta forma, podemos encontrar ejemplos, como Louis Albert de Broglie, propietario de un castillo en el valle del Loira que usa parte de su extensión territorial para experimentar con la agroecología. Gracias a ello, cuenta con 700 variedades de tomate, conservadas en el invernadero de la localidad.

Otro ejemplo a destacar, que muestra este documental, es la asociación Fermes d’Avenir, creada por Maxime De Rostolan, el cual apoya firmemente la transición agrícola, ayudando a otros campesinos a crear sus pequeños huertos por medio de la agroecología, mediante recursos económicos. Además, cree que este sistema sería más rentable que la agricultura industrial.

Con este tipo de historias, el documental francés nos quiere dejar claro que el suelo debe dejar de producir cantidad, y a partir de la eliminación de químicos y la transición, comenzar a producir con mayor calidad, ayudar a que la tierra vuelva a ser fértil, se puedan cultivarse más alimentos, las personas tengan empleo, y lo más importante: podamos comer un alimento sano, sin consecuencias.

Si bien esta producción audiovisual no argumenta ni explica por qué solamente nos quedan veinte años para salvar al mundo, lo que nos queda claro es ponernos a pensar que la producción agrícola industrializada, debe tomar conciencia de proteger nuestra tierra, y las personas conozcan este nuevo sistema que protege al suelo, para no llegar a esos veinte años, observando que el suelo se deteriora aún más, y la producción alimentaria se termine.

Ahora que lo sabes, es momento de actuar y proteger la tierra, por el bien del medio ambiente y de los alimentos que todos consumimos.

@PensemosVerdeMX