La hora del planeta

En los últimos años, han sido varias las ocasiones en las que diferentes sectores de la población, buscan crear conciencia sobre las consecuencias que puede atraer el cambio climático a nuestras vidas, con ayuda de campañas, acuerdos y movilizaciones. Entre todas se ha hecho un avance, pequeño, tal vez imperceptible, pero finalmente avance, para revertir la situación, pero de todas, la campaña que más reacción tiene en el mundo es “La hora del planeta”.

Este movimiento comenzó como una campaña organizada por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) en 2007, el lugar fue Sidney, Australia, y consiste en un acto simbólico de apagar las luces durante una hora, para hacer frente a la lucha contra el cambio climático. De inmediato las reacciones no se hicieron esperar, y al año siguiente, muchos países se sumaron a la causa.

Actualmente, la hora del planeta reúne a 172 países de todo el mundo, 10 mil 400 monumentos y edificios participan apagando sus luces, convirtiéndolo, desde 2010, en el movimiento ambiental más grande del mundo, y ha crecido tanto que dejó de ser una campaña de solo una hora, además, colabora dentro de la organización con acciones ambientales y acuerdos para que los gobiernos hagan algo al respecto.

Si bien comenzó como un simple acto simbólico, existen argumentos aceptables por el que, apagar las luces contribuye a mejorar el planeta. La iluminación artificial afecta principalmente a nuestro ecosistema, debido a que altera la reproducción de animales, elimina el curso de las aves, mismas que se guían a partir de las estrellas, y altera las migraciones de los salmones; además, para el ser humano, la luz artificial puede alterar el ritmo circadiano, es decir, la coordinación vigila-sueño, con el que se regularizan las actividades físicas y hormonales de nuestro organismo.

Otro problema de la luz artificial, fuera de lo biológico, es su alta dependencia por muchos países, a tal grado de bloquear la iluminación natural. De acuerdo con un estudio de la Asociación Médica Estadounidense, el 80% del planeta vive bajo los rayos de la luz artificial, el país más afectado en Singapur, donde es tan latente su presencia, que nadie puede percibir por completo las estrellas, seguido de los Estados Unidos y Europa Occidental, donde el 99% de su territorio está iluminado por bombillas y LED.

De allí la importancia de que La hora del planeta no sea visto como un acto de unidad, sino como un verdadero movimiento para frenar el cambio climático, reducir la dependencia de la iluminación artificial y contribuir a que se hagan acciones al respecto. En esta iniciativa, todos pueden participar, ya sea acudiendo a las reuniones oficiales de cada país, o hacerlo tú mismo por tu cuenta, apagando las luces de tu hogar. Para más información acerca de esta campaña, visita el sitio oficial de La hora del planeta y súmate, aunque sea por una hora, con el cuidado del planeta.

@PensemosVerdeMX

Deja un comentario