Cada vez que hablamos del medio ambiente y de las personas que lo rodean, hacemos énfasis en el cuidado que uno de estos dos elementos debe hacer sobre el otro, para poder mantener un equilibrio en la forma de vida, tanto de los ecosistemas, como de los seres vivos.

La relación entre nosotros y nuestro hábitat ha estado presente desde tiempos inmemorables, y en los últimos años, la necesidad de conservar las condiciones óptimas del planeta ante los desastres que lo han afectado, hace que reforcemos aún más ese lazo y debamos crear un equilibrio ecológico.

¿Cómo se crea un equilibrio ecológico?

Este concepto, también conocido como balance de la naturaleza, puede tener una definición lógica, refiriéndose a una teoría sobre un equilibrio estable en todos los sistemas ecológicos que existen en el planeta, pero no solo es eso, también puede ser considerado como una rama de la biología que aborda las interrelaciones entre los seres vivos y su entorno.

Para tener un lugar en equilibrio ecológico, se deben tomar en cuenta varios factores, el primero tiene que ver con el ecosistema de un determinado lugar y sus funciones particulares, plantas, árboles, clima, recursos naturales como el agua, calidad del aire, alimentos, etcétera. Eso hace que las poblaciones que lo constituyen, ya sean animales, seres humanos o ambos, tengan que adaptarse a las condiciones que predominen y puedan mantener en un nivel constante el número de recursos disponibles, en ese lugar específico.

Si un ecosistema puede mantener todos los elementos distribuidos correctamente, sin que ninguna especie desaparezca o se multiplique en exceso, ese ecosistema estará en equilibrio y podrá proveer de alimentos a todos los organismos que mantiene. Su funcionamiento debe ser como el de un instrumento de precisión, que debe marcar los estándares correctos, con un margen de error mínimo.

Por desgracia, no siempre se cumple esta teoría del equilibrio ecológico, la mayoría de las veces, por la depredación del ser humano, por ejemplo, la caza descontrolada de algunos animales, puede generar desequilibrio en la distribución de la cadena alimenticia entre especies depredadoras y presas; el exceso en el consumo de alimentos o la sobrepoblación pueden generar hambruna; si se cortan los árboles, existe el riesgo de que se atente con el hábitat de animales, aumenta la posibilidad de tener un ambiente contaminado y provoque enfermedades en las personas.

Aunque esta misma teoría afirma que los ecosistemas tienden a cambiar constantemente, y puedan revertir el desequilibrio en unos cuantos años, no es fácil hacer este proceso, tomando en cuenta que ya existen factores externos que se crearon recientemente, como el calentamiento global, la tecnología y el uso excesivo de productos derivados de combustibles fósiles, los cuales merman los recursos, y por consecuencia, uno por uno, todos los involucrados del ecosistema sufran desequilibrios.

¿Cómo podemos ayudar a crear un equilibrio ecológico en nuestra comunidad?

Podemos empezar por respetar los recursos que tenemos a nuestro alcance, plantando árboles, respetando la vida de los animales, en terrenos controlados, reponer los elementos que tomamos, realizar una distribución correcta de los alimentos y no consumir más de lo que requerimos, establecer medidas para el uso correcto de todos los recursos, etcétera.

Ahora que lo sabes, hoy más que nunca, es momento de actuar y establecer un equilibrio ecológico en el planeta, por el bien del medio ambiente, los ecosistemas y los seres vivos que habitamos en él.

@PensemosVerdeMX