Una de las mayores derrotas que puede tener el planeta en el cuidado de éste y de todo aquel que lo habita, es la extinción de una especie, en la mayoría de los casos, debido a la imprudencia del ser humano. Han sido varios casos en los que, animales con un gran pasado, han sido atacados hasta no dejar rastro, más que recuerdos plasmados en fotos, videos o libros.

En 2018, una vez más, fuimos testigos de la extinción de una especie apreciada en la región africana, y que la gente fue eliminando hasta llegar a su inminente final, hablamos del rinoceronte blanco del norte (Ceratotherium simun cottoni).

El rinoceronte blanco del norte es una de las dos subespecies de rinoceronte blanco que persisten en el mundo, y la más grande de todos los rinocerontes, es un animal herbívoro que solía invadir zonas de pastizales y sabana, además, se encontraba con facilidad en África oriental y central, en países como Uganda, Sudán, Congo, e inclusive, en Camerún.

Hace 150 años, junto con el rinoceronte negro, la población salvaje era de un millón, aproximadamente; conforme pasó el tiempo, los cazadores, buscando el cuerno del animal, muy apreciado en el mercado negro, y utilizado por la medicina tradicional china y las empuñaduras de daga en África, fueron despareciendo a cada especie, hoy en día, todos los rinocerontes están en grave riesgo de extinción.

En el caso específico del rinoceronte blanco, su población se redujo drásticamente en la década de los 70 y los 80, hasta el año 2000, solo registraron 30 animales salvajes, mismos que fueron extinguiéndose hasta 2006, y desde 2011, no se tiene registrado ningún avistamiento. El último lugar donde fueron vistos algunos ejemplares era el Parque Nacional Garamba, en la República Democrática del Congo.

Por otra parte, la cifra de especies en cautiverio era muy baja, debido a la dificultad de reproducirse, pasó de dos mil ejemplares, hace un siglo, a solo ocho, en 2010, un macho y una hembra en el San Diego Zoo Safari Park, murieron en 2014 y 2015, respectivamente; dos hembras más en el Zoológico Dvůr Králové, de República Checa, ambos fallecidos; y los cuatro restantes, dos machos y dos hembras, fueron ubicados en la reserva OI Pejeta, en Kenia.

Todas las esperanzas estaban puestas en Suni y Sudán, los dos rinocerontes macho, para procrear más ejemplares de forma natural, pero no fue posible, en 2017, Suni fue encontrado muerto, por causas naturales, y en 2018, Sudán, el único macho, tuvo que ser sacrificado, debido a complicaciones relativas a su edad (45 años), las cuales, dificultaron demasiado su calidad de vida.

Hasta la fecha en la que fue publicado este post, solo existen dos especies de rinoceronte blanco, Najin y Fatu, ambos son hembras, y no hay forma de fecundar en ellas naturalmente, por lo que su extinción es, prácticamente, un hecho inevitable. Aunque la fecundación in vitro, usando semen o células recolectadas de los machos fallecidos y los óvulos de Najin y Fatu es una opción, es muy costoso el proceso, es incierto si funcione o no, y muchos están en desacuerdo, por el simple hecho de exponer una especie a un hábitat donde no existe seguridad, gracias a los cazadores furtivos.

Mientras se busca una solución milagrosa a este panorama, el mundo está triste, al saber que el rinoceronte blanco dejará de existir en su totalidad en los próximos años, y que debe servir de lección para que, nosotros, los seres humanos, dejemos de abusar de estos animales y los dejemos vivir en su hábitat natural, como nosotros queremos vivir felices en nuestras vidas.

Ahora que lo sabes, ayúdanos a proteger a todas las especies y no permitamos que desaparezca una especie más, por el bien de nuestro planeta y de las especies que habitan en él.

@PensemosVerdeMX