Hace apenas 50 años, en el momento de su independencia, Singapur era un país pobre, tenía menos de dos millones de habitantes, carecía de todo recurso natural y ni siquiera era autosuficiente, respecto a la alimentación y el agua. Hoy, en cambio, es una de las capitales del mundo más visitadas, uno de los países más ricos y un ejemplo de generación de prosperidad y bienestar. De hecho, desde su independencia, Singapur ha experimentado el proceso de desarrollo más rápido de la historia.

Singapur es una isla ubicada en el sudeste Asiático. Anteriormente era una colonia inglesa, hoy en día es uno de los países más prósperos del mundo, siendo una curiosa mezcla de las culturas china, india y malaya. También existe una parte de la población, de origen árabe.

Singapur ha logrado unir a personas y animales, conviviendo en armonía en una gran ciudad. Considerado el nuevo gigante económico de Asia, pretende dar espacios verdes, donde se conjugue la naturaleza y las grandes edificaciones que ahí se encuentran. Edificios cubiertos de vegetación, enormes jardines por doquier, vegetaciones verticales, y puentes que unen a animales de diferentes zonas de su país. Reconocida como la primera jungla urbana en todo el mundo, repleta de vida silvestre, bienestar humano y un crecimiento económico sumamente positivo. Considerada la ciudad del futuro, Singapur es pionera en ser una ciudad sustentable.

En la foto, sorprendentes jardines verticales ubicados en Singapur.

Con poco más de 700 kilómetros cuadrados, la arquitectura de Singapur desafía las alturas, sin pelearse con el entorno. Un pequeño país verde. En el centro de su desarrollo, el respeto a la naturaleza es primordial, de hecho, se considera como una ciudad dentro de un jardín. La orquídea, como flor nacional, se encuentra a cada paso que se da por sus alrededores. Singapur es hoy en día, un espacio de creación para las mentes más inteligentes, en materia de arquitectura sustentable. En las noches, la ciudad es un espectáculo de luces que parecen sacadas de una película de ficción, especialmente en Marina Bay.

Singapur es la muestra de un país pequeño que supo crecer y aprovechar sus fortalezas, para poder ser líder mundial; de ser una ciudad en vías de desarrollo sustentable, a ser lo que ahora representa.

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