Los alimentos transgénicos u Organismos Modificados Genéticamente (OMG), son el resultado de la modificación genética de los mismos, por el hombre. Se crea un organismo vivo, que no existe en la naturaleza, mediante un método desconocido por los consumidores. Este proceso se basa en la mezcla de diferentes tipos de ADN, para así mejorar la calidad del producto final, que dará lugar a una nueva especie, totalmente artificial.

Aunque se desconoce el verdadero impacto de la alimentación con productos transgénicos, para el ser humano, se conoce que se están aplicando masivamente, para alimentar a la población con seres vivos, creados artificialmente en un laboratorio. En la actualidad, los alimentos transgénicos más generados son los cereales, ya que son capaces de resistir diferentes pruebas, durante largos periodos de tiempo. La planta de trigo, que es la que se utiliza para la creación del cereal, puede absorber cantidades astronómicas de sustancias, que mejoran su calidad, sin afectarle.

Los OMG, son un tema de debate en la actualidad, por razones de salud, económicas y ambientales. Sin embargo, la desinformación que existe alrededor de este tema, ha llevado a debates en contra y a favor, por parte de la población, acerca de la seguridad en el consumo de estos productos. Los alimentos transgénicos se han ganado la fama de ser malos para la salud, debido a que forman parte de la tecnología, que aún está en pañales y que todavía no controlamos del todo, pero, ¿realmente los transgénicos son dañinos para la salud?

Según dos recientes estudios, han puesto en evidencia los posibles problemas que generaría el consumo de productos transgénicos, de manera desmedida. En el primero, científicos australianos establecieron una conexión directa entre el uso de alimentos manipulados y los daños estomacales en los cerdos. El segundo experimento estuvo a cargo de científicos de la Universidad de Caen (Francia), quienes alimentaron, durante cerca de dos años, a doscientas ratas, con tres raciones de maíz genéticamente tratado, encontrando aparentes efectos negativos sobre la salud de los roedores.

Les recomendamos seguir la vieja regla que mantiene una salud óptima, la cual se basa en la dieta con frutas y verduras, de temporada, y pescado. Si ves en las tiendas frutas o verduras, cuando no es su tiempo, por lo general ha sido importada (tenga en cuenta el país de origen) o cultivados en invernaderos, utilizando todas las tecnologías, aceleradores de crecimiento y pesticidas. También, antes de comprar, verifique bien la información nutricional de cada alimento, ya que las empresas están obligadas a poner todos los ingredientes aplicados en sus productos, para que así tome una decisión correcta en su compra.

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