Los restos de cohetes y satélites viejos, forman la llamada basura espacial. Una chatarra que orbita la Tierra sin utilidad alguna, y cuyas colisiones a velocidades orbitales, pueden ser altamente perjudiciales para los satélites en funcionamiento. Además, se puede producir más basura espacial, esto debido a la falta de medidas para regular el desecho de desperdicios espaciales. Es ya un inmenso enjambre de chatarra espacial, que se ha ido acumulando en los últimos 50 años, sobre la tierra.

Los casi cinco mil lanzamientos espaciales han dejado ya cerca de 30 mil objetos de más de diez centímetros en el espacio. Más de medio millón de escombros de un centímetro, y cerca de 200 millones de trozos, de menos de un centímetro. Unos son el resultado de las 250 explosiones de satélites, registradas hasta ahora. Otros por el choque de un objeto espacial contra otro, que dejan todo un reguero de chatarra.

«Un objeto de un centímetro con una velocidad típica de colisión de más de 50 mil km/h, podría alcanzar una energía cinética en el impacto, equivalente a la explosión de una granada de mano o de un automóvil chocando contra cualquier superficie, que se encuentre orbitando el espacio, a 60km/h. ¡Imagínese el efecto de este suceso!», señala la Agencia Espacial Europea.

La exploración espacial, sin duda un gran paso para la humanidad, conlleva un grave problema en la órbita terrestre. La Conferencia Europea de Basura Espacial, ha abordado en Darmstadt, Alemania, las posibles soluciones.

«La única manera de resolver el problema, es ir allí y eliminar activamente esa chatarra espacial, recogiendo cada año los objetos de mayor tamaño. Sólo de esta manera podremos controlar el medio ambiente.», asegura Heiner Klinkrad, director de tratamiento de residuos, en la Conferencia Europea de Basura Espacial.

Las agencias espaciales estudian métodos, como la utilización de láser de y otros métodos, para ir eliminando la basura espacial. La cuestión de la basura espacial revela consideraciones legales y políticas sobre el problema de la eliminación de residuos, de elevado costo y gran dificultad técnica.

Por otro lado, también existe la caída de basura espacial, en distintos puntos del planeta, lo cual no es una situación nueva. De hecho, la probabilidad de que caigan en el mar o en zonas deshabitadas suele ser, cuanto menos, alta. No obstante, en alguna ocasión, estos objetos han provocado algún que otro susto, en zonas donde hay movimiento humano.

Las próximas misiones a Marte, tendrán un problema añadido: la basura espacial. Las agencias espaciales los vigilan, para evitar que dañen algún satélite o a la misma Estación Espacial Internacional. Una empresa española trabaja ya en una posible solución, que se basa en la captura de la basura, con una red gigantesca.

El problema de la basura espacial sale de nuestro alcance, por ello exhortamos a las autoridades correspondiente, a crear un plan que ayude a disminuir este gran mal que rodea la tierra, que pone en peligro la vida humana y al planeta mismo.

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