Agua: oro que se va por la coladera

Uno de los elementos que son indispensables en la vida de todos los seres vivos, es el agua, un elemento tan importante que equivale a nuestra propia vida, el 60% de nuestro cuerpo contiene este líquido vital, además, forma parte de diferentes procesos, tanto en las plantas como en los animales, por lo tanto, es de suma importancia tener cuidado con este elemento.

Sin embargo, a pesar de estar rodeados de agua en cada continente, la realidad es que el agua que debemos consumir para nosotros, representa un riesgo para el mundo. El planeta cuenta con mil millones de billones de litros de agua que lo rodean (es decir, un 1 y muchos ceros a la derecha), pero el 97% de esa agua es salada, por lo que para nosotros, solo contamos con 2% para consumo humano.

Existen países alrededor del mundo que comienzan a sufrir las consecuencias de la falta de agua, entre las que destaca gran parte de Oriente Medio, como Bahréin, Palestina, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos. Las principales causas son el desperdicio de la misma, o la sobrepoblación de las ciudades, lo que obliga a racionar el líquido. De seguir con esta tendencia, se estima que para el año 2030 la demanda por el líquido aumente en un 40%, dejando a 1,800 millones de personas a la suerte.

Con este panorama mundial a nuestro alcance, nos preguntamos: ¿Y qué pasa con México? Dentro de lo bueno, podemos decir que aún se tiene un acceso importante al agua potable, para ser precisos, el 92% de la población puede gozar de los beneficios del líquido, por desgracia, el tanque se disminuye en pequeñas cantidades, suficientes para comenzar a sufrir estragos.

Se tiene una estructura aceptable, de allí que solamente el 10% de la población no pueda tener acceso al agua potable, aunque exista una mala distribución, por las regiones y las condiciones en cada lugar, 78% del agua se utiliza para fines agrícolas. 5% se usa en centrales termoeléctricas y 4% se toma directamente de ríos y arroyos.

En las ciudades, se desperdicia el 40% del agua, producto de fugas y tomas domiciliarias, en cuanto al tratamiento de aguas residuales, solo en 47.5% recibe este proceso que, en la mayoría de los casos, no cumple con los estándares de calidad. Como dato adicional, las aguas residuales que se vierten en ríos, han provocado que siete de cada diez caudales sean contaminados, destacan los ríos Bravo, Lerma, Turbio, Coatzacoalcos y Blanco, que tienen el nada agradable honor de ser los más contaminados.

Con todo este panorama, sumado con la falta de atención y los recortes presupuestales que increíblemente ha realizado el gobierno mexicano en los últimos años, de no dar vuelta a una situación que hasta la fecha tiene salida, diversos estudios planean que en el año 2030, comiencen a suceder estragos en las principales ciudades, y para el año 2040, México sea una de los países que más sufrirá por la escasez del líquido.

Como lo hemos dicho anteriormente, México cuenta aún con un número aceptable, en cuanto a la distribución del agua, a pesar de algunos defectos de organización; pero se debe hacer conciencia en la población y en las empresas, a no desechar tantos residuos al agua, a no desperdiciar demasiado líquido, a utilizar menos cantidades en diferentes actividades, como bañarse o lavar el coche, y a dejar de tirar basura en ríos y lagos, para que todos podamos tener acceso al líquido vital.

Recuerda que el agua es oro, tal vez no valga dinero, pero puede valer tanto, que ni el dinero puede comprarla; vale la vida misma. Hagamos conciencia y cuidemos el oro azul, que poco a poco, se nos está yendo por la coladera.

@PensemosVerde

Deja un comentario