Durante las últimas décadas, los huertos urbanos han sido utilizados como una alternativa para cultivar frutas o vegetales de consumo personal en las grandes ciudades, en donde la mayor parte de la población cuenta con un espacio reducido en sus hogares, por lo que terminan adaptando sus azoteas, patios y terrazas en pequeñas áreas de cultivo. Esta práctica se ha implementado en diversas partes del mundo, cambiando la forma en que las personas interactúan con su entorno y producen alimentos frescos y saludables, brindando así ventajas a nivel comunitario y medioambiental.

Beneficios
Los huertos urbanos permiten a los ciudadanos cultivar sus propios alimentos, lo que promueve la seguridad alimentaria, es decir, el acceso a comestibles suficientes, inocuos y nutritivos. Además, esta práctica reduce la dependencia a productos que han recorrido largas distancias para llegar a la ciudad y minimiza el uso de pesticidas o fertilizantes sintéticos que pueden llegar a ser tóxicos y perjudiciales para la salud. Asimismo, estas áreas verdes contribuyen a la reducción de la huella de carbono, ya que la producción local de alimentos disminuye la necesidad de transporte y la emisión de gases contaminantes.

Los huertos urbanos también tienen un impacto social significativo. De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), estos proyectos fomentan la creación de comunidades más cohesionadas, ya que las personas se unen para trabajar por un bien común y, a través de este trabajo colaborativo, se fortalece el sentido de pertenencia y se promueve el intercambio de saberes y experiencias.
La agricultura urbana también contribuye a mejorar la salud mental y física de los participantes, al permitirles conectar con la naturaleza en medio del entorno urbano, que a menudo está marcado por el estrés y la desconexión con el medio ambiente.
Otro aspecto relevante de esta actividad es la reducción de gastos en el hogar, ya que puede cubrir una parte de las necesidades alimentarias de una familia, lo cual es particularmente beneficioso en tiempos de inflación o crisis económicas.

A medida que los huertos urbanos se expanden, también surgen iniciativas para compartir los productos cultivados entre vecinos o incluso venderlos en mercados locales, lo que no sólo refuerza la economía comunitaria y mejora el acceso a alimentos saludables, sino que también contribuye al bienestar ambiental al promover un estilo de vida más equilibrado y amable con la naturaleza.

FUENTES:

https://www.muyinteresante.com/naturaleza/huertos-urbanos-arrasan-ciudades-cultiva-comparte-ahorra.html#google_vignette
https://ciencia.unam.mx/contenido/infografia/152/huertos-urbanos-conectate-con-la-naturaleza-en-la-ciudad-