Los ricos están destruyendo al planeta

El calentamiento global no sólo es abordado por las ciencias exactas como la física y la biología, también tiene un aspecto social que debe ser estudiado por otras disciplinas como la economía y las humanidades.

Prueba de esto es la relación que hay entre varios fenómenos culturales y sociales con la forma en que el ambiente cambia y se deteriora. Por ejemplo, durante el tiempo de la cuarentena por Coronavirus las emisiones de carbono se redujeron debido a las restricción de las actividades humanas.

Otro fenómeno puramente social y económico que tiene una relación directa con el calentamiento global es la desigualdad.

Según un informe hecho por el Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo y Oxfam, el 1% más rico de la población es responsable del 15% de las emisiones de carbono a nivel mundial, mientras que el 50% más pobre es responsable sólo del 7%.

El mismo informe sostiene que el 10% más rico (personas con ingresos sobre los 38 mil dólares) de la humanidad emitió más de la mitad (52%) de las emisiones de carbono.

Esto equivale a que en el mundo 630 millones de personas contaminan dos veces más que los otras 3 mil 100 millones de habitantes. Más aún 63 millones de personas tienen una huella de carbono 100 veces más alta que el 50% de la población más pobre.

Otro dato alarmante del mismo informe es que, aunque el 50% de la población redujera sus emisiones de carbono, si el 10% se mantiene en la misma tendencia para 2030 la temperatura global aumentaría en 1.5 grados, lo que llevaría a una crisis climática. 

Pero esto no es todo, la desigualdad económica y el cambio climático crecen a la par. Entre 1990 y 2015 las emisiones de carbono aumentaron un 60%, en los últimos 15 años se ha contaminado en la misma medida que en los 140 años anteriores.

En el aspecto económico el PIB mundial se ha duplicado en los últimos 15 años, la riqueza del 1% más rico ha aumentado, mientras que más del 50% de la población mundial vive con menos de 5.50 dólares al día.

La desigualdad no termina en las cifras, puesto que mientras la población más acaudalada explota la naturaleza a través del consumo y emite la mayor parte de los gases invernadero, quienes más son afectados por las consecuencias del calentamiento global son los más pobres, al tener menos recursos para protegerse y depender más de las condiciones de la naturaleza para la subsistencia. 

El informe de OXFAM es una prueba de que el sistema económico en el que vivimos es insostenible tanto a nivel ambiental como social. No se puede continuar viviendo bajo un esquema que permite que unos pocos vivan en riqueza extrema, mientras que el resto del mundo no tiene garantizada la subsistencia.

El problema que surge es cómo cambiar los modos de producción económicos, si quienes tienen el control son los mismos que salen beneficiados.

¿Renunciarán los ricos a sus privilegios en pro del medio ambiente o dejarán que el mundo arda mientras ellos aseguren su modo de vida?

 @PENSEMOSVERDE

Fuentes:

El Economista

Oxfam

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