
Desde hace algunas décadas, en Estados Unidos surgió una alternativa para el cuerpo humano después de la muerte: Los “entierros verdes” consisten en preparar los cuerpos sin químicos y enterrarlos en ataúdes biodegradables. Ahora, una empresa quiere llevar este método más allá y ofrecer como servicio no sólo entierros verdes, sino compostaje humano.
Según Recompose, la empresa que ofrece los servicios en su estudio piloto realizado con los cadáveres de varios voluntarios, el proceso de transformar los cuerpos en composta puede realizarse de manera segura en 30 días.

Este proceso permite ahorrar más de una tonelada de carbón en comparación con el entierro tradicional que contamina el suelo al liberar las toxinas de los químicos con el que se preparan los cuerpos, y la cremación, la cual consume muchas cantidades de energía y libera gases contaminantes.
La empresa abrió sus puertas en Seattle, Washington en diciembre del 2020, un año después de que se aprobara un proyecto de ley para que la instalación fuera la primera en ofrecer una alternativa tan única para el cuidado de restos humano.
Gracias a la creciente preocupación por el cambio climático y el cuidado del ambiente, miles y miles de personas ya se han interesado por el servicio que permite resignificar la muerte y utilizarla para cultivar nueva vida.