El cambio climático y sus consecuencias nos han llevado a reconsiderar la forma en la que se producen diferentes productos. El uso de plástico para fabricar diversos bienes ha sido cuestionado por varios años, llevándonos a la sustitución de éste por otras materias primas más amables con el ambiente, por ejemplo, el papel. O al menos eso se cree.
Para poder afirmar que las bolsas de papel son menos contaminantes que las bolsas de plástico debemos comparar algunos datos.
- De acuerdo a un estudio realizado durante el año 2011 en Irlanda del Norte, fabricar una bolsa de papel consume 4 veces más energía que fabricar una bolsa de plástico.
- En necesaria la tala de bosques para la fabricación de papel. Aunque se dice que es controlada y por cada árbol que se tala otro se siembra, no siempre es así.
- La manufactura de papel genera más químicos tóxicos que la creación de bolsas plásticas.
- El papel es más pesado que el plástico. Este peso extra requiere más energía para los transportes de carga, incrementando así su huella de carbono.
- Por la naturaleza de su material, las bolsas de papel tienen una vida útil muy corta pues se pueden romper o incluso mojar fácilmente.
- Por su constitución, el papel se descompone más rápido que el plástico que necesita de 400 a mil años para desintegrarse.
- Según cifras recolectadas en el 2019, se necesita 30% menos agua que a inicios del año 2000 para fabricar papel y la productividad aumentó 22%.
En conclusión, ambos materiales generan un impacto negativo para el medio ambiente. En este caso la solución es reutilizar las bolsas, sin importar el material, tantas veces como sea posible.
Pongamos atención a lo que consumimos, pues los productos que se jactan de ser más ecológicos no siempre cumplen con esta premisa.
Fuentes:
https://noticias.eltiempo.es/bolsas-de-papel-una-alternativa-mejor-al-plastico/
https://www.bbc.com/mundo/noticias-47078193
@pensemosverde