Aunque la contaminación y el cambio climático son temas que se abordan diariamente en medios informativos, pareciera que no alcanzamos a dimensionar cómo es que afectan nuestra salud y calidad de vida.
Hay un sector de la población que se ve más afectado por estas condiciones climáticas: los niños y los bebés, especialmente aquellos que viven en condiciones de pobreza extrema.
Los pequeños son más vulnerables a los riesgos sanitarios, pues durante la infancia su sistema inmunológico aún está desarrollándose, volviéndolos presa fácil de diferentes enfermedades y padecimientos asociados con el calentamiento global. Las consecuencias de dichos problemas de salud los acompañarán el resto de sus vidas.
Los problemas en las vías respiratorias son los más comunes; desde que nacen, los bebés respiran aire lleno de toxinas, resultado del uso de combustibles fósiles, algo que se agrava con la edad y trae consigo disminución de la función pulmonar, asma, crisis cardiacas y hasta derrames cerebrales.
Pero no son las únicas consecuencias del cambio climático sobre la salud. El incremento en la temperatura del planeta desencadena diferentes secuelas como:
- Vulnerabilidad a las olas de calor.
- Aumento de infecciones estomacales como diarrea y parásitos.
- Epidemias de enfermedades infecciosas por piquetes de insectos.
- Desnutrición provocada por la falta de alimentos saludables.
De continuar con el mismo ritmo de vida que tenemos actualmente, le estaríamos dejando a nuestros niños un planeta con mala calidad de aire, menor cantidad de flora y fauna, migración masiva como consecuencia de la pérdida de tierra firme por el aumento de los mares y menor cantidad de alimento.
En diciembre de 2015 se firmó el Acuerdo de París como medida para frenar el cambio climático. Aunque en su momento fue un tratado mundial, sólo 16 países cumplen con los lineamientos establecidos, siendo Canadá y Japón los más grandes del grupo.
El resto de los países participantes son muy pequeños y su impacto es mínimo.
Lamentablemente, México no se encuentra en la lista de países que están cumpliendo con el acuerdo, aunque sí firmó para ser parte de éste. Por otro lado, Estados Unidos decidió retirarse por órdenes de su presidente, Donald Trump.
El daño a la salud que provoca la contaminación apenas está comenzando, pero todo parece apuntar a que las autoridades y la sociedad no harán mucho por combatirlo hasta que sea demasiado tarde y la mayoría de la población esté sufriendo las consecuencias.
@pensemosverde