La lactancia materna no sólo ayuda al ser humano, también es muy importante para el medio ambiente, es un alimento natural que no genera contaminación ni deja desechos.
Además este tipo de alimentación no utiliza energía, ahorra agua y evita que utilicemos productos de limpieza. Por si esto fuera poco no hay que olvidarse que nos ahorramos el transporte y no aportamos más emisiones de dióxido de carbono durante esta tarea.
En el otro lado de la moneda tenemos a su sustituto, la fórmula de leche para bebés que contribuye al cambio climático y genera contaminación durante su elaboración, su consumo y el desecho de sus empaques. Tan sólo para producir un kilo de esta leche se deja una huella hídrica de 4 mil 700 litros de agua.
Los beneficios de la leche materna para la salud son muchos, su composición se encuentra siempre en constante cambio para cubrir las necesidades específicas de cada bebe en sus diferentes etapas, por lo que una fórmula láctea no puede competir contra ella, de acuerdo con la información de la OMS.
Los adolescentes y adultos que durante su infancia fueron amamantados tienen una menor tendencia a sufrir de sobrepeso u obesidad. También corren menos riesgo de contraer diabetes y pueden tener un mejor rendimiento en pruebas de inteligencia, según el organismo internacional.
Sin duda alguna la mejor opción para alimentar a los pequeños es la leche materna, con ella se beneficiaran el bebé, la mamá y ayudaremos al medio ambiente a no sufrir más daños irreversibles.
Fuente:
Pensemos Verde 