Las sequías son un efecto secundario del calentamiento global, es un problema al cual debemos prestar más atención si queremos detener el daño generando a nuestro planeta, pues de seguir así aumentarán los problemas ambientales en los años por venir.

Para evitar más sequías las emisiones de gases del efecto invernadero deben reducirse. Un estudio realizado por Scientific Reports, lidereado por el centro alemán de investigación ambiental Helmholtz, muestra que los veranos del 2018 y 2019 fueron los más secos, y también los más cálidos nunca antes registrados.
Debido a esto más del 50% de la región de Europa Central sufrió condiciones severas de sequía, convirtiéndola en la sequía más importante nunca antes registrada, mucho más que la de su antecesora que tuvo lugar de 1949 a 1950 y que, sin embargo, no tuvo tanta trascendencia debido a que afectó un área mucho más pequeña con un 33% menos de rango de alcance.

Esta investigación utilizó modelos informáticos de crisis climática a una escala global para saber cómo afectarían estas sequías en las siguientes 2 décadas y si estas emisiones serían las responsables.
Simulando los futuros escenarios climáticos que llevan a una hipótesis de un aumento en estos gases del efecto invernadero, al paso de los años desafortunadamente se estima que va a producirse un aumento de 7 veces el número de sequías en todo el continente europeo en la segunda mitad del siglo, que comprenderá los años de 2051 a 2100, aunque por otra parte estamos a tiempo de hacer todo lo posible para evitar tantas sequías venideras.

Las estimaciones indicaron que muchas zonas de cultivo se verán afectadas por las sequías, temiendo que éstas se dupliquen en toda Europa Central, incluyendo más de 40 millones de hectáreas de tierra fértil, lo que generaría escasez de cultivos en esta zona.

Pero no todo son malas noticias, pues en otra simulación donde se desarrollaron proyecciones climáticas de concentraciones limitadas de gases de efecto invernadero, el número estipulado de sequías de 2 años se redujo a casi la mitad, lo que es un gran aliciente para evitarlas o reducirlas lo más posible.
Nos espera un duro y largo camino para tratar de reducir los gases del efecto invernadero y el calentamiento global, pero si tomamos las medidas necesarias podemos lograrlo.
Fuentes: Hazte eco