El Ártico es la región más amplia del Polo Norte. Aquí la luz del sol brilla por 24 horas, seguida por una noche de otras 24 horas.
También es la región más fría del Polo Norte, aquí los árboles no pueden crecer y el hielo cubre la mayoría del paisaje.
En el aspecto de su relieve, el ártico es un océano congelado rodeado por tierra, pero también existen montañas y tundras en esta región.

Al ser un océano, el suelo bajo el Ártico está permanentemente congelado, a esto se le llama “permahielo”. Esta característica del suelo sólo deja vivir a ciertas especies vegetales, lo cual vuelve al Ártico un ecosistema único a la vez que delicado.
En la región del Ártico se encuentra la Capa de Hielo de Groenlandia, que contiene tanto hielo que, de derretirse, el nivel de las aguas de los océanos aumentaría 7 metros. El calentamiento global ha ocasionado que esta capa de hielo empiece a perder su masa total.

Los científicos se encuentran preocupados por el derretimiento de las capas de hielo del Ártico, además este alarmante fenómeno está ocurriendo a una rápida velocidad, el Ártico es la zona con el cambio más rápido en nuestro planeta.
La temperatura del Ártico está aumentando el doble que la temperatura del resto del planeta, a este fenómeno se le ha llamado Amplificación Ártica, mecanismo de retroalimentación por el que la temperatura aumenta de manera exponencial.
Uno de los mecanismos que ocasionan la Amplificación Ártica es la luz que refleja el blanco del hielo de la región. El blanco del hielo refleja el calor de la luz del hielo, mientras que el azul del océano lo absorbe. Al derretirse el hielo, la parte oceánica conserva una mayor cantidad de calor.

Ante este fenómeno, algunos científicos han propuesto soluciones de geoingeniería para detener el calentamiento del ártico. La intervención humana consistiría en colocar finos cristales de dióxido de silicio que reflejarán la luz del sol.
Sin embargo, la comunidad científica que estudia el ecosistema de Ártico ha criticado esta propuesta, debido a que no se sabe si esto tendría otros efectos nocivos para el ambiente, además de ser una solución costosa y temporal.
Sin duda alguna, lo mejor que podemos hacer para detener la Amplificación Ártica es reducir nuestras emisiones de carbono, pero esto sólo se logrará si dejamos de utilizar energías minerales y transicionando a una vida más sustentable.
Fuentes: