Seguro has escuchado que durante el confinamiento las emisiones de CO2 se redujeron, claramente esto no reduce mucho su presencia. El exceso de este gas es un hecho sabido por todos y el cambio climático que enfrenta nuestro planeta parece no tener reversa, pero ¿qué podemos hacer con toda esas emisiones en la atmósfera?
En los esfuerzos e investigaciones que ha habido para combatir las emisiones de CO2 ha destacado la idea, ya probada, de capturar el aire para extraer el dióxido de carbono y usarlo donde sea necesario o transformarlo en otra sustancia. Sí, así como lo lees.
El investigador canadiense David Keith dirige un proyecto de este tipo. A través de una planta de procesado especial, se captura el dióxido de carbón y se reusa. Suena fácil ¿no?, pero no lo es, aunque el cambio climático está muy avanzado el CO2 sólo supone el 0.04% de la composición de la atmósfera, por lo que es necesario procesar inmensas cantidades de aire.

La empresa Carbon Engineering, surgida debido a los estudios de Keith, ya ha comenzado una planta donde se producen combustibles a partir del CO2. Su método ha sido el más económico para usar el dióxido de carbono como un sustrato. El coste de conversión de una tonelada de CO2 es de apenas 94 dólares y asciende a 232 dólares en el peor de los casos. De esta forma se extrae y se puede comercializar.
Dicha planta está diseñada para que el aire circule varias veces en dos ciclos emparejados, en los cuales se extrae el dióxido de carbono y el aire se devuelve con una concentración menor. Luego, se forma carbonato de calcio, el cual se calienta para soltar el CO2 y purificarlo, de esta forma es empleado para sintetizar combustibles, aunque según se menciona es posible usarlo en cualquier proceso donde sea requiera.

Carbon Engineering ha comprobado que, de una concentración aproximada de 400 ppm (partes por millón), puede obtenerse un aire con una proporción de 100 ppm, o sea se pueden retirar hasta un millón de toneladas de CO2 por año en una sola planta y a bajo costo. Aunque no tiene mucho que comenzó este proceso se ha hecho posible y en un futuro, no muy lejano, podría ser muy benéfico para el cambio climático.
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