A finales del 2019 en China se presentaba un caso que desde hacía mucho tiempo no se veía y era un virus que estaba ocasionando serios problemas a la salud de la población.
El virus llego a América por marzo del 2020, pero tristemente los gobiernos no hicieron lo necesario para prevenir y controlar esta situación, por ende se produjeron muchas muertes.

La pandemia ha dejado muchos problemas, los más importantes son la muerte de millones de personas, la crisis financiera y la contaminación ambiental generada.
Al principio de la pandemia y al permanecer en casa hubo algunos aspectos rescatables como que la capa de ozono pudo cerrarse, los mares, ríos y lagos no tenían tanta basura y al no haber tantos autos circulando por las ciudades tampoco se generaba gran cantidad de Co2.
Pero conforme el tiempo iba avanzando surgió un problema con los plásticos no reutilizables que las personas tenían que usar obligatoriamente para evitar el contagio del virus.
Un trabajo publicado por las científicas del Instituto Argentino de Oceanografía (AIDO) en la revista Science of the Total Environment, señala que los productos como mascarillas, guantes y protectores faciales se suman a la existente contaminación por plásticos y microplásticos en playas y costas de la región.

Esto se debe a las deficiencias en el manejo de la basura que se vieron durante las restricciones impuestas para frenar la pandemia. En países como Argentina, Colombia, Chile, Perú y Ecuador los recicladores urbanos tanto formales como informales vieron sus tareas obstaculizadas por las medidas gubernamentales y el miedo al contagio del Covid-19.
Se estima que el 62% de los microplásticos registrados en cuerpos de agua de América Latina corresponden a fibras, mientras que el polietileno y el polipropileno son 2 de los polímeros más hallados en estas aguas.
Mauricio Urbina, académico e investigador de la Universidad de Concepción, en Chile, indica que se puede intuir que las consecuencias ambientales generadas por el Covid son negativas, pero no conocemos su magnitud ni su alcance. De igual forma indica que el 15% de los desechos plásticos llega al mar, mientras que el otro 85% llega a los ecosistemas terrestres.
Esperemos que podamos encontrar una rápida salida al tema del Covid y poder recuperarnos de todas sus secuelas tanto económicas como ambientales.

Fuentes: Sci Dev, The Conversation