Como bien hemos dicho, uno de los problemas más graves que tiene la humanidad es el combatir a la contaminación que nosotros mismos generamos, debido a la sobrepoblación las personas agotamos los recursos del planeta más rápido de lo normal lo cual es un tema realmente delicado, aunque existen ciertos lugares naturales en los que el hombre no ha intervenido en los que la vida es muy difícil que se de como son los desiertos.
Cada año un área que mide la mitad del tamaño de la isla de Gran Bretaña se convierte en un desierto como consecuencia del aumento de la sequía, la deforestación y los métodos intensivos de cultivo.

Según la Convención de las Naciones Unidas para Combatir el Cambio Climático, para el año 2045, 135 millones de personas podrían perder sus hogares y medios de sustento a causa de la certificación.
En su último informe publicado en agosto del 2021 el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) afirmó que la región semiárida ha estado enfrentando sequías más intensas y temperaturas más altas, condiciones que tienden a acelerar la desertificación de los suelos.
De aquí la urgencia de sustituir una agricultura que debilita a los suelos por otra capaz de restaurarlos, para los meteorólogos los sistemas agroforestales son herramientas para adaptarse al cambio como para reducir su ritmo de sequía del suelo.

Los sistemas agroforestales pueden contribuir a mejorar la productividad alimentaria al tiempo que mejoran la conservación de la biodiversidad, el equilibrio ecológico y la restauración en condiciones climáticas cambiantes.
Sin embargo el costo del tratamiento por hectárea de desierto varía entre 1800 a 9500 dólares dependiendo del tamaño de la área a convertir, lo que significa que actualmente es muy caro para la mayoría de los agricultores de todo el mundo, sumado al costo el suelo requiere un retratamiento del 15 al 20% después de 4 o 5 años si la tierra su cultura, sino el tratamiento dura más tiempo.
Está claro que hay muchos desiertos que pueden ser muy bien utilizados por las personas otorgándoles una segunda vida y plantar vegetación que no solo ayude al medio ambiente, también para que produzca comida para las personas que la cosechan puedan consumir y comercializar.
Otro plus que ofrece un sistema agroforestal es que podemos poner un alto a la Revolución verde y dejar atrás los fertilizantes y pesticidas químicos que dañan al medio ambiente.