Cada vez son más las empresas que implementan políticas y proyectos que buscan transformarse debido a la grave crisis climática por la que atraviesa el mundo. Acompañadas de una gran campaña publicitaria, las empresas destinan cantidades millonarias a lograr que sus productos no dejen una huella de carbono, sin preguntarse antes quizá si el mismo dinero con el que se paga no se produce a través de la explotación del medio ambiente.

El gigante de Silicon Valley, Apple, es una de las empresas que más se ha enfocado en crear una imagen de compromiso social con el medio ambiente. Probablemente porque su público principal se caracteriza por buscar la innovación y modernidad, para Apple es muy importante que se conozcan todos sus esfuerzos por cuidar al planeta. Tal como lo podemos encontrar en su página web, donde hay una sección entera dedicada a estos programas.
Según la vocera de esta multinacional, Lisa Jackson, la compañía se encuentra desarrollando soluciones que hagan frente a los retos globales. Apple ha continuado sus esfuerzos, en colaboración con distintos organismos internacionales, por crear un impacto en el cambio climático y mejorar la vida de las personas, por lo que para 2030 tienen la meta de convertirse en una empresa con una emisión de carbono neutra.
Con esto en mente, la compañía ha invertido 200 MDD en el llamado Fondo de Restauración, que junto diversas ONGs y otras empresas como Goldmans Sachs, busca crear un impacto ambiental medible a través de la estándares que han establecido organizaciones internacionales, sobre todo en los relacionado a la deforestación y la reducción de emisiones de carbono.
El plan de Apple se basa en 3 ejes: Lograr ser una empresa con transmisiones neutras de carbono, el uso de materiales reusables y/o reciclables y la innovación química para volver su actividad menos contaminante. Los 200 millones de dólares del Fondo de Restauración serán usados, en mayor medida, como paliativo de aquellas emisiones de contaminantes inevitables, sobre todo a través de la regeneración de áreas naturales.

Es bueno ver que exista conciencia en torno al cambio climático, pero no podemos permitir que se le ponga precio al medio ambiente o incluso la empresas se adjudiquen su salvación. Aunque las campañas de las multinacionales tengan una buena intención, es claro que sus prácticas y modo de producción siguen siendo los grandes agentes de deterioro climático.
Fuentes: