La crisis ambiental en la zona de Quintero y Puchuncaví el día 21 de agosto de 2018 fue de tal magnitud que Greenpeace le llegó a apodar el “Chernóbil chileno”; 45 alumnos de Quintero se intoxicaron con un gas desconocido hasta ese momento. Como era de esperarse, la cifra de víctimas y el daño ambiental aumentó con el paso de los días, llegando hasta Puchuncaví.
De acuerdo con la investigación realizada, la empresa responsable fue la Empresa Nacional del Petróleo (Enap), la cual produjo los gases que afectaron a Quintero y Puchuncaví. Sin embargo, más tarde se desmentiría y otras empresas como GNL Quintero y Codelco salieron a defender que no existía vínculo entre el desastre ambiental y sus operaciones.
“Basta de eufemismos: la población de la zona que está ingresando a los hospitales lo está haciendo por envenenamiento. La situación no da para más y se debe buscar alguna solución final para terminar con este Chernóbil chileno”, declaró Matías Asun, director de Greenpeace.
Muchos de los habitantes de Puchuncaví se manifestaron expresando su inconformidad y su descontento con la contaminación, lo que derivó en violentos incidentes. Lograron entrar a la fuerza a las oficinas de Codelco rompiendo ventanales con el fin de encontrar a los responsables y dar hasta las últimas consecuencias.
Lamentablemente incluso personalidades de la política se expresaron por los hechos, dejando entrever lo que muchos acusaban, es decir, la negligencia de parte del Estado y de la incapacidad de solucionar adecuadamente la crisis.
@PensemosVerde