Algo tan cotidiano como el viento puede tener un gran impacto en nuestro ecosistema, como retrasar la caída de las hojas. Un estudio científico publicado por la revista Proceeding of the National Academy of Science (PNAS), evidencia que los vientos soplan cada vez menos y cada vez con menos fuerza en las latitudes altas o septentrionales de Londres hacia arriba, en el caso de Europa.
Especialistas alertan que esta falta de viento puede retrasar el envejecimiento y la caída de las hojas en áreas de altas latitudes, según lo explicó Josep Peñuelas investigador del CSIC y del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales de la UAB. “El viento seca las hojas y las lleva hacia la senescencia y caída típicas del otoño”.

Este estudio analiza 183 mil 448 observaciones fenomenológicas y ve la repercusión que tiene el clima sobre fenómenos que se producen de manera periódica, además se han comparado las diferencias interanuales que se han vivido en lugares durante la caída de las hojas en otoño.
Los vientos son clave en el ciclo del carbono y la calma que experimentan según la investigación, los efectos positivos sobre la producción neta de los bosques y la vegetación, lo cual es muy importante a la hora de combatir el cambio climático, ya que cuanto más crece el verde más CO2 retira de la atmósfera para producir troncos, ramas y hojas.

Mientras más tiempo tienen las hojas de las plantas más tiempo hacen la fotosíntesis, entonces la disminución de los vientos reduce la evapotranspiración, lo que se traduce en menos pérdidas de agua y suelo, ocasiona condiciones de crecimiento más favorables a finales de otoño, sin mencionar que con menos viento hay menos enfriamiento de las superficies de las hojas y se podrían reducir los daños de las heladas.
Con la investigación se ha podido crear un algoritmo mejorado, útil en los modelos que predicen la evolución del ciclo de carbono y dibujan un escenario confuso hacia el 2100, donde la caída de las hojas podría adelantarse de nuevo dando un efecto de bola de nieve que agravaría el cambio climático.
Queda comprobado que directa o indirectamente todo lo que provoca un cambio en este mundo afecta a todos, algo tan cotidiano como puede ser que el viento tire las hojas de los árboles puede generar que el clima cambie a la larga, habrá que estar atentos a esta posibilidad y cuidar mejor del medio ambiente.

Fuentes: Climática, Sinc